Ángel Piedra posa con el puerto de Maó como telón de fondo. | M.O.

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El tercer hombre. El pívot andaluz Ángel Piedra (1980) fue confirmado este lunes, tras las del base madrileño Pitu Jiménez y la del pívot local Jan Orfila, como tercer fichaje que acomete el Sant Lluís, en su nueva versión Bàsquet Menorca, con vistas a la próxima temporada, tercera consecutiva que abordará el club de Ses Canaletes en EBA tras rescatar la plaza, perdida deportivamente el pasado mes de mayo, en virtud de la ampliación promovida en la conferencia catalanobalear.

Piedra, que durante las últimas dos temporadas ha militado en La Salle Mahón, se muestra «muy motivado» por su incorporación al proyecto lluïser, pues supone, indica, «volver a competir a un cierto nivel» y en un equipo, augura, que puede resultar un primer brote «para que la Isla vuelva a contar con baloncesto de calidad».

Formado en la cantera de Unicaja y de granado recorrido en el baloncesto local, en el que incursionó por vez primera hace quince años, con motivo de su fichaje por el Jovent de Alaior, Piedra cuenta experiencia en diversos conjuntos de EBA e incluso en LEB 2 –con El Ejido. Además de en el club alaiorenc, en la Isla disputó el cuarto nivel estatal con el Alcázar en 2011, club en el que se mantuvo siete años y de cuyo primer equipo llegó a ser capitán.

Ahora, y tras la renuncia a poner equipo en liza de La Salle, a la que llegó en 2014 tras su ciclo alcazareño, Piedra ha optado por experimentar de nuevo el marco EBA, seducido por la propuesta que le ha deslizado el Sant Lluís, y que se ha convertido en acuerdo formal en pocos días de negociación.

«Me gustó el proyecto que me presentó el Sant Lluís, que además, para mí, significa volver a competir», explica Piedra sobre su llegada a Ses Canaletes. «Vengo con la mentalidad de sumar, de aportar al equipo», sigue el 'dos metros' onubense, garantía de puntos, rebotes y si precisa, liderazgo. «El entrenador me conoce, sabe lo que puedo darle al grupo», revisa el fichaje lluïser, que asimismo advierte que su nuevo destino puede «ser una semilla para volver a tener baloncesto de nivel en la Isla, esto beneficia a todos; jugadores, aficionados... y la cantera contará con un espejo».

Pitu Jiménez, Jan Orfila, ahora Piedra... la exigencia en torno al nuevo Sant Lluís, tras una temporada dramática en cuanto a resultados deportivos, ¿cuál será? «La liga nos pondrá en nuestro lugar, pero está claro que se trata de un 'proyecto guapo'», subraya el pívot proveniente de La Salle, «a tope físicamente», apostilla, y con deseo, tras un lustro en el escenario balear, de regresar a EBA, «de volver a competir y de contribuir en un proyecto que puede ser muy beneficioso para el baloncesto menorquín», reitera y sentencia el pívot andaluz. En función de su currículum, una piedra angular del nuevo Sant Lluís.