Sánchez cumplirá su cometido al frente de la delegación al menos hasta que concluya la temporada. | Gemma Andreu

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Antoni Sánchez, delegado en Menorca de la Federació de Bàsquet de les Illes Balears, se mantendrá en el cargo como mínimo hasta que finalice la temporada para no alterar el buen desarrollo de la competición. «Soy consciente que abandonar ahora hubiera generado muchos problemas», reconoce.

En un ejercicio de responsabilidad y de «aprecio y compromiso como todas las personas que amamos el baloncesto», el directivo balear ha pospuesto su decisión para no perturbar la labor organizativa que asume la delegación insular en un tramo importante del calendario.

La renuncia efectiva presentada al presidente Jaume Estarellas, que éste no aceptó, a raíz del conflicto generado por la huelga arbitral permanecerá, en todo caso, en reposo. «Mi dimisión la tiene sobre la mesa», confirmó el directivo la semana del parón, que ahora admite además que «di este paso para forzar la situación y provocar reacciones necesarias».

Antes de planificar el próximo ejercicio, Sánchez meditará si la atmósfera de la canasta insular se ha purificado en relación a los episodios acumulados en el presente curso y merece la pena prolongarse en el puesto. Eso, al margen del resultado del proceso electoral que este año olímpico se abrirá en la Federació como en todas las asociaciones deportivas.

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