Pons de Coca, durante un partido. | Josep Bagur Gomila

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Durante el partido del Grupo Oro de Primera Balear que enfrentó el pasado domingo en Mallorca al Opentach Pla con el JM Ferreries (90-49), a 4' del intermedio y con un diferencial de +15 para el cuadro local, Toni Pons de Coca, entrenador azulgrana, indicó a sus jugadores que se retiraran, al considerar que el trato de los árbitros (Hermida y Fernández) hacia su persona no era el correcto. El técnico menorquín, a la vez, se aproximó a los auxiliares de mesa y amagó recoger las fichas federativas de su equipo. «¡Nos vamos!», exclamó. La reacción de algunos jugadores azulgrana, contraria a sus designios, propició que el partido continuara.

Pons de Coca, horas después del encuentro, aseguró que su reacción no derivó de la actitud del rival y sí, sin referirles, por la de los jueces. «No tuvo nada que ver con decisiones, interpretaciones o errores», sino «al trato, la manera de hablar, las formas de dirigirse a mí, con prepotencia y chulería. Llevo muchos años de entrenador, nunca he faltado al respeto a ningún árbitro y no admitiré como me hicieron sentir ante el Pla. No toleraré que se me humille de ese modo, por aquí no paso», abundó el ferrerienc, que además aseguró que el técnico rival, Jesús García, le comentó «lamentar» lo ocurrido «y que no entendía nada».

Sin embargo, desde el vestuario del Pla dicen «no haber visto nada». Uno de los jugadores del equipo mallorquín, pulsado por este diario, subraya que «le pitaron una técnica por protestar al entrenador del Ferreries, pero nada más. Lo cierto es que les pasamos por encima, no pudieron competir y si ocurrió algo, nosotros no lo vimos. Me sorprende lo que dicen en Menorca».