Álex Suárez trata de ganar la posición en el rebote durante un partido del Joventut ante el Laboral Kutxa | ACB Medianet

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Tras alternar filial y primer equipo a lo largo del último trienio Álex Suárez (Maó, 1993) batalla por establecerse de modo definitivo en el Fiatc Joventut. Llegado a la selecta factoría verdinegra en 2009, desde entonces el pívot isleño ha mantenido una seria progresión, que le llevó a debutar en ACB en el albor de 2011 (justamente ante el Menorca y en su Isla natal) y a convertirse en un empedernido coleccionista de metales por medio de las selecciones españolas de formación.

Pero su consolidación en la máxima categoría está sobresaliendo costosa, si bien el jugador expone una máxima ambición por cuajar en Badalona, donde además comparte ilusión con otra de las grandes 'joyas' de la producción local, Agustí Sans. «Nunca he pensado en una cesión», relata el '4' iniciado en la cantera de La Salle Mahón sobre una posible marcha de la Penya para recalar a préstamo en otro destino.

En declaraciones que recoge El9.cat, Suárez explica sus sensaciones en una campaña en que su minutaje es altamente irregular. En la anterior jornada, participó durante casi 12 minutos en la derrota ante Cajasol, que reduce considerablemente las posibilidades verdinegras de acceder a la Copa del Rey. «Sé que tuve minutos por la lesión de Nacho Llovet, que espero no sea nada; mi intención es seguir trabajando duro y es cierto que la derrota nos deja malas sensaciones, ahora está muy difícil meternos en la Copa, aunque aún tenemos margen», repasa Suárez en una diagnosis que entremezcla lectura individual y grupal. «Debemos superar al Valencia, ante el que jugaremos sin presión», apostilla en ese sentido el interior mahonés.

Cuatro partidos sobre 16 posibles para unos promedios de 1.3 puntos, 0.5 rebotes y 4 minutos por juego. Son las cifras de Suárez en lo recorrido de curso, exiguas al igual que su protagonismo en el roster de Salva Maldonando. «Los jugadores que ocupan mi posición están rindiendo a un buen nivel», explica el jugador en relación a su reducida presencia en pista, admitiendo asimismo que «debo seguir trabajando duro para cuando el entrenador me reclame». Incrementar su dureza en la pintura y también su dosis de responsabilidad son algunas de las exigencias del técnico para con el pívot, tanto en las sesiones preparatorias como en los partidos. Suárez no rechaza que el actual está siendo «un año difícil». «Porque lo que un jugador joven desea es jugar; el año pasado, el tiempo que no tenía en ACB sí lo tenía en LEB Plata con el Prat», sigue el menorquín en alusión a una dicotomía que meses atrás le resultó francamente favorable.

Maldonado aboga por una filosofía en que utiliza cuatro interiores. Suárez es el 'quinto hombre'. Su papel no trasciende de residual por el momento. «Es el estilo del entrenador y es algo que yo sabía cuando en verano decidí firmar, como también sabía que debería esforzarme el doble», se sincera el de Maó. Pese a esa coyuntura, tiene claro Suárez que su sitio está en Badalona. Ni contempla una salida en forma de cesión, en tanto que su máximo deseo es «crecer en este equipo como jugador y hacerme un hueco. Nunca he pensado en una cesión», observa el canterano de la Penya, que concluye lanzando loas a la siempre entendida afición del Joventut. «Su respaldo a los jóvenes es de agradecer y lo digo con sinceridad; su apoyo nos ayuda mucho», remata Suárez.