Volver a rugir. El Menorca Bàsquet quiere seguir luchando por la segunda plaza con un triunfo en casa - Archivo

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"Se trata de ganar y si no, que nos ganen, que no seamos nosotros los que perdamos el partido". Mensaje claro el de Josep Maria Berrocal que no quiere que la plantilla del Menorca Bàsquet rompa con el plan festivo que aguarda al Pavelló Menorca esta noche ( a las 21 horas, en el Pavelló Menorca).

La cancha, a iniciativa del club, presentará su versión más camaleónica del curso ya que la SAD venderá entradas a 3 euros a los aficionados que acudan disfrazados. Cierta propiedad camaleónica es la que acentúa la peligrosidad del rival, el Baloncesto León, que ha sabido aprovecharse de la desgracia de tener a sus dos bases puros lesionados, ideando, con su técnico Javier Gonzalo de Grado al frente, una lista de alternativas para dirigir al equipo. Esa incógnita es su primera baza par asaltar un Pavelló que esperará dar caza hoy a un León fiero, que suma cuatro victorias consecutivas, para devolver la calma a la Sabana de Bintaufa.

Dar carpetazo a la decepción de hace una semana en Cáceres es el principal objetivo de un Menorca Bàsquet que ha entrenado como nunca esta semana, según su entrenador, y que tiene la mente puesta en "aprender de los errores, sacar algo positivo de una derrota para el siguiente partido" y por supuesto, no dramatizar con el tropiezo de la anterior jornada.

Por ello, Josep Maria Berrocal opina que esta noche, a partir de las 21 horas, "hay que ser inteligentes, que se dé un partido físico, con ritmo duro en el que hay que aprovechar que tenemos más rotación, que los 12 jugadores que estén en el banquillo aporten y llevar el partido hacia el ritmo que nos interesa".

El catalán es consciente de que ante la ausencia de los dos bases del equipo el León se una más. "Cuando perdimos en su cancha no tenían a Rocchia ni a González, ahora no cuentan con Calvo y Bernabé -ambos baja por lesión- pero lo normal es que los equipos, ante los problemas, sean del tipo que sean, se unan, como nos pasó a nosotros cuando se lesionó Taylor Coppenrath", avisa Berrocal, que advierte que "si no tienen bases puros encuentran soluciones poco habituales que complican el juego de los rivales, acostumbrados a situaciones más normales, cambiando posiciones como que un alero juegue de base, o de ala-pívot...". Pero lo cierto es que "han sacado provecho del contratiempo de perder a los bases", cuatro victorias consecutivas, con dos a domicilio en Melilla y Granada incluidas, así lo acreditan.

Una derrota, ¿buena?

Aunque parezca mentira, el técnico del Menorca Bàsquet no ve el tropiezo en Cáceres únicamente con malos ojos. "Perder tras tantos partidos es bueno, nos recuerda que en esta liga a la que te despistas o dejas de hacer lo que debes te puede ganar cualquiera y nos pone los pies en el suelo", puntualiza Berrocal, que alerta que "en Cáceres nos fuimos del partido en el segundo cuarto, el rival se fue con muchos puntos y nos entró miedo a perder y dejamos de jugar".

En este sentido, el catalán cree que "la derrota no nos ha perjudicado sino que debe servir de motivación, para buscar soluciones" para no perder o por lo menos "que la sensación que quede es la de que nos ganen, que no seamos nosotros los que perdemos".

El León llega a Menorca con las bajas importantísimas de sus dos bases. Javier Gonzalo de Grado ha tenido que buscar e imaginar soluciones para que el juego de su plantilla se resienta lo mínimo posible y estas pasan por rotar y jugar con varios bases. Hasta el momento le ha dado los galones a Mario Diez, que es escolta, aunque por la posición del uno también han pasado el alero Julio González o el escolta dominicano, y gran referencia, Manny Quezada (17 puntos, 3,1 rebotes, 3,4 asistencia y 15,17 de valoración de media).

Si primera unidad en el juego interior, formada por el americano Jonathan Durley, que vive su primera experiencia lejos de Estados Unidos (13,7 puntos, 4,4 rebotes y 12,1 de valoración) y el italiano Cristopher Mortellaro (10,8 puntos, 8,1 rebotes y 14,7 de valoración) puede generar problemas, sobre todo en el rebote, pero puede acusar la falta de altura ante el cazador menorquín Arteaga.