Jaume Ponsarnau estuvo ahí. El mágico 14 de mayo del 2006, en que el Llanera Menorca logró la permanencia milagrosa tras el tapón de Kornegay. Por entonces el actual técnico del Manresa actuaba como segundo de Óscar Quintana y recuerda a la perfección el trágico escenario que vivió. "Fue muy duro", rememora. Ahora, cinco años después, su equipo está a una victoria de lograr la permanencia y quiere conseguirla ante el Menorca. "Tenemos que parar a Cuthbert Víctor o como mínimo tratar de evitar que nos domine", como ya sucedió en el partido de ida (53-63) en el Nou Congost. El catalán, además, apunta como uno de los pilares para lograr el triunfo el hecho de "controlar el deseo porque si lo utilizas bien te puede dar un punto extra".
El Manresa llega a la cita en una situación mucho mejor que la del Menorca. Con nueve victorias, por las seis del conjunto menorquín, en caso de imponerse el domingo en el Pavelló certificaría su condición ACB una temporada más y enviaría al Menorca a LEB, a falta de dos jornadas. "El partido será importante para todos porque el resultado dará al que gane un premio importante porque los dos somos equipos modestos que han luchado y sufrido mucho", explica Ponsarnau, que no ve a su equipo favorito. "Más que la experiencia que puedan tener unos y otros en este tipo de partidos, lo importante será gestionar bien el deseo" explica el técnico que matiza: "Somos clubes fieles a nuestro estilo y al deseo se le debe unir el 'cómo', cómo trataremos de imponer nuestro estilo de juego".
Para el de Lleida, estas no son las únicas facetas que pueden llegar a decidir el partido, sino que "habrá que ver cómo jugamos con las decisiones arbitrales, sean acertadas o no, y ser capaces de aceptarlas sin que nos perjudiquen más de la cuenta". Para Ponsarnau el Menorca cuenta con jugadores que saben llevar mejor este tipo de situaciones. Además, el preparador manresano señala la superioridad de Cuthbert Victor, "la polivalencia del juego interior del Menorca, con la capacidad atlética de Jakim Donaldson y la calidad de Radenovic" además de "el pase de Diego Ciorciari, evitar que Sanders tenga una buena racha, vigilar a Limonad... Incluso a Diego Sánchez que sabe muy bien cómo jugar este tipo de partidos".
Para el técnico rival los dos equipos no son parecidos en nada más que en su modestia, lo que los limita al respecto de los demás clubes de la ACB. "Nosotros no dependemos aspectos tan concretos y tenemos más ritmo". Pero lo cierto es que los dos tienen posibilidades de bajar o de permanecer. "Hace dos semanas teníamos la salvación hecha ganando al Fuenlabrada a falta de dos segundos y Valters nos la arrebató", explica Ponsarnau, que aclara que "tenemos, como el Menorca, algunos partidos en los que al final nos ha faltado suerte o cerrarlos con victoria pero lamentarse ahora no sirve de nada, no beneficia porque hay que tomarse el partido del domingo como si fuera el último".
Ponsarnau conoce la pista del Menorca, "es muy dura, hay mucha presión y tenemos que obviarlo" para romper una racha de cinco derrotas consecutivas. "Nuestra dinámica es la que es, para romperla hay que olvidarse de todas las cosas negativas que nos han pasado y quedarnos con las positivas, jugar a nuestro baloncesto y ver qué pasa porque en el resultado final también influye lo que haga el rival".
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