Por la afición y por el sueño

El reto, por tanto, es de lo más sugerente pero también de lo más complicado para el grupo de Paco Olmos. Se trata de demostrar hoy que la esperada victoria de la pasada semana ante el Cajasol ha enterrado la ansiedad que atenazaba al equipo y que está en condiciones de pelear con garantías para tener opciones de encadenar el segundo triunfo consecutivo como las tuvo ante los otros dos colosos del basket nacional, el Regal Barcelona y el Caja Laboral de Vitoria.

Si ante ambos el Menorca fue capaz de marcar el ritmo y acariciar el triunfo, especialmente ante los vitorianos, nada hace pensar que hoy no pueda repetir ese grado de competitividad frente al Valencia de Svetislav Pesic, cuyo futuro podría estar en Vitoria lo que daría una opción para que Olmos, muy bien visto en la ciudad del Turia, volviera a tomar las riendas del club ché.

El Power Electronics Valencia, apeado de la final four de la Euroliga en el quinto partido ante el Real Madrid, quiere ahora asegurar la tercera plaza de la fase regular de la ACB para eludir al Barça en una hipotética semifinal por el título de Liga si es que los azulgrana acaban primero.

El Power, que disfruta del dulce momento de su base, Omar Cook, y de las inmensas prestaciones de Savanovic o Javtokas, entre otros ha conseguido, al fin, recobrar el protagonismo que tuvo la pasada década. Llega a Maó con el exmenorquinista, Marc Fernández, en sus filas, uno de los artífices del último ascenso, y una racha de cinco triunfos consecutivo -solo una derrota en nueve partidos-, el mejor rebote ofensivo de la Liga y el sello de su técnico, Pesic, agresividad defensiva.

En el Menorca, obligado más sin cabe tras el triunfo del Granada ayer, Olmos podrá contar con Sanders a pesar de su desgarro en un dedo que le hará jugar con una protección especial, y de Huertas, quien se operará de la muñeca derecha el próximo día 29. Servera, en cambio, debido a sus problemas en la espalda, no jugará.