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"La verdad es que es una sensación de alegría absoluta. Es algo que tienes que vivir para poder saber lo que es". Lo dice Sergi Llull, el primer menorquín que jugará una Final Four de Euroliga, la máxima competición a nivel de clubes del continente. No tenía nada previsto para los días 6, 7 y 8 de mayo, las fechas en las que el Palau Sant Jordi (Barcelona, sí, Barcelona) acogerá lo que es la vuelta del Madrid al máximo nivel europeo... Tras quince años. Y ocho tenía Sergi cuando su actual equipo jugó la primera.

"En casa me han felicitado. Mi familia estará en Barcelona. Estoy contento, hemos cumplido un objetivo que teníamos a principio de temporada", decía Llull. Su sentimiento estaba plenamente justificado tras superar al Power Valencia en el decisivo partido de anteayer. Un partido que técnicos como Paco Olmos analizaba. "Jugó muy físico, un poco alocado. Es lo que muchas veces requieren estos partidos. No se escondió, lo dio todo y metió canastas importantes... Creo que fue Sergi en estado puro y es un orgullo para Menorca".

Pero Sergi es precavido. "Todavía no hemos ganado nada, y ahora toca el Barça en la ACB. Con ellos estamos en mala racha". E incluso su participación hoy es dudosa: como siempre, jugó con tantas ganas que uno de sus gemelos le dio problemas. Pero eso es lo de menos. Tras la Liga del 2006/07 y el oro con la Selección en el Eurobasket'09, esta temporada unos de los nuestros, Sergi Llull, ya cumple sus sueños.