Lluís Arbalejo (Pontevedra, 1982), cumple su cuarta temporada como entrenador y director deportivo del CD Alcázar, un período de tiempo en el que ha experimentado y ha contribuido de forma directa a la evolución del club en todos los aspectos, dando pasos agigantados hasta llegar al momento dulce que vive la institución en la actualidad, tanto a nivel de infraestructuras, como de formación y primer equipo. Con los pies en el suelo y sin cerrarse puertas de cara al futuro para seguir aprendiendo y afrontar retos mayores, encara la recta final de una extraordinaria temporada en la que, a falta de una victoria para la clasificación matemática, está a las puertas de disputar un play off de ascenso a LEB con el primer equipo, algo difícil de imaginar hace tan sólo unos años cuando desembarcó en la entidad rojilla.
¿Cómo resumiría los años previos hasta recalar en el CD Alcázar?
Como jugador estuve cuatro años como profesional en el Celso Miguez Pontevedra de Liga EBA, en 2004 fiché por el Jovent y en 2005 por el Ciutadella, donde estuve dos temporadas jugando y entrenando, hasta que en 2007 firmé por el CD Alcázar como director técnico y entrenador de formación. Llevó once temporadas entrenando y sólo en 2004, cuando terminé la carrera de INEF, no lo hice. También he sido director técnico durante cuatro años del Universidad de Vigo y entrenador de la selección universitaria, logrando tres Campeonatos de Galicia y uno de España.
¿Qué evolución ha visto en el club a lo largo de estos cuatro años?
Es un club que engancha. Desde fuera ves uno y cuando estás dentro ves otro. Está lleno de buenas personas, gente no profesional pero cuya vida está ligada al club, que deportiva y sentimentalmente engancha. La evolución ha sido grande, sobretodo con el nuevo pabellón y la profesionalización del club. Cuando llegué era el único y ahora somos diez profesionales y hemos pasado de Autonómica a casi jugar un play off de ascenso a LEB.
La entidad atraviesa uno de sus mejores momentos sino el mejor, ¿cuál es la clave del éxito?
Hemos mejorado a nivel de estructura, evolución, jugadores, volumen, número de personas profesionales... El secreto es mucho trabajo y tener un presidente que quiera tanto al club como el nuestro, es el motor y lo seguirá siendo si sigue vinculado al club aunque no sea como presidente.
¿Hasta qué punto han contribuido en esa mejora las nuevas instalaciones?
Han sido fundamentales porque puedes dotar de más calidad a tu trabajo. Antes teníamos una pista cubierta y tres descubiertas y ahora tenemos tres y dos, lo que permite incrementar el volumen y sobretodo la calidad del trabajo.
¿Esperaban esta progresión tan rápida en todos los aspectos?
No, todo va más rápido de lo esperado. En mi tercer año estaba como entrenador en Primera y en el cuarto en EBA... Han sido pasos muy rápidos y deportivamente estamos muy cerca del techo del club, con 350-375 niños de formación y el equipo sénior en Liga EBA. Ir por delante de esto es muy complicado, la clave es intentar mantener el volumen y la calidad actual y lo único que falta es un poco más de solvencia económica.
¿Hasta dónde puede llegar el primer equipo?
La idea inicial era la permanencia pero cuando nos dijeron que Murcia e Eivissa no salían y sólo bajaban dos equipos y no cuatro, nos marcamos un nuevo objetivo, estar en mitad de la tabla. Con la incorporación de Francesc Sabaté con la plantilla cerrada, el objetivo fue estar entre los tres primeros y nos está saliendo una temporada prácticamente perfecta. Hemos ganado en la pista del Castellón, Gandía, Jovent, Almàssera y al líder en casa, cinco victorias importantes que no se deben olvidar.
En caso de llegar al play off, como todo parece indicar...
Jugaremos para ganar, será muy difícil porque enfrente tendremos al campeón de Madrid o Barcelona, a ida y vuelta y con el factor pista en contra pero si pasamos, recuperaremos el factor pista y sería más asequible la segunda eliminatoria.
¿Hasta que punto se considera el artífice del éxito del equipo?
Me considero uno más. Somos catorce jugadores y cuatro miembros del cuerpo técnico y el mérito hay que dividirlo entre dieciocho, las culpas y los éxitos, se reparten entre todos. Somos un grupo y sin una pieza la máquina no funciona igual.
...¿y del club?
Cuando llegué al CD Alcázar le di una visión más profesional y competitiva, como fichar cuatro entrenadores profesionales, empezar la pretemporada antes, participar en los Campeonatos de Balears... en definitiva hemos dado una vuelta de tuerca más a lo que ya había.
¿Cumplirá la temporada de contrato que le queda?
Soy el entrenador más joven de Liga EBA de España y otra temporada en la categoría con el CD Alcázar me hace mucha ilusión pero si surgiera alguna opción de LEB o ACB habría que estudiarla a nivel deportivo y económico. En los dos últimos años he tenido ofertas pero no las he valorado porque me apetecía entrenar en Primera Balear y Liga EBA y han sido dos experiencias satisfactorias, por lo que hay un noventa por ciento de posibilidades de que continúe.
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