El contencioso entre el Menorca Bàsquet y el que fuera su director general, Sunil Bhardwaj, escribirá nuevos capítulos en los próximos días una vez se ha conocido que el Tribunal Superior de Justicia de les Illes Balears denegó el recurso de Queja presentado por la entidad que preside Benito Reynés.
La sentencia favorable al ejecutivo mallorquín, despedido hace dos años por el anterior presidente, José Luis Sintes, condena al Menorca a satisfacer una suma que supera los 300.000 euros, intereses e impuestos incluidos. Como quiera que el club atraviesa por una crítica situación de tesorería que ya le impide cumplir con las nóminas de su plantilla, los abogados de la entidad estudian fórmulas para encarar el grave problema que obstruye el presente y el futuro a medio y largo plazo de la SAD dada la elevada cuantía y la ausencia de recursos para hacerle frente.
La más razonable que valoran los letrados será intentar abrir una nueva negociación con el exdirector general para hallar fórmulas que permitan saldar la elevada deuda. Sin embargo, dado que ya en su día el acuerdo alcanzado cuando se negoció su indemnización –100 mil euros en dos pagos– no se ejecutó porque el club no lo cumplió, parece escasamente probable que ahora, con la sentencia favorable en la mano, el dirigente mallorquín acepte un nuevo planteamiento que recorte la suma a percibir por más que pueda tardar en cobrarla. En los próximos días Bhardwaj debe solicitar la ejecución de la sentencia y, como el club no ha consignado las cuentas para poder abonar la deuda, está habilitado para pedir el embargo de cualquier bien o derecho de la entidad susceptible de proporcionarle ingresos.
En ese caso la alternativa que barruntan los asesores jurídicos del Menorca sería contraatacar e incidir directamente en la gestión que realizó Sunil Bhardwaj durante los dos años en los que ejerció como director general del Menorca Bàsquet. Existe el convencimiento en la plana mayor del club de que el ejecutivo mallorquín incurrió en irregularidades en su labor como ya insinuó poco después de su despido cuando los propios empleados, junto al anterior presidente, repasaron algunas de sus actuaciones que acabaron teniendo consecuencias gravosas para la entidad.
La alternativa del Menorca pasaría por dar con la documentación necesaria para poder interponer una demanda contra Sunil Bhardwaj por presuntas irregularidades en el ejercicio de su labor. "Cometí errores en mi trabajo, claro que sí, pero yo estoy limpio", comentó el mallorquín en sus círculos próximos cuando intuyó que los anteriores dirigentes trataron de descargar exclusivamente sobre él los desmanes de aquellas dos últimas campañas en ACB, especialmente la última, que desembocó en una deuda mayúscula.
Bhardwaj ya ha demostrado sobradamente desde que fue despedido hace dos años que sabe defenderse. De ahí que la utilización de esta vía pueda generar ciertos recelos.
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