Serios. El Menorca debe tratar de frenar la gran capacidad anotadora del Caja Laboral - Archivo

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Es la de este mediodía en el Pavelló de Bintaufa una de las citas más opíparas que concede la estancia en la ACB, y por tanto, hay que degustarla como tal. Visita la Isla el Caja Laboral, antiguo Tau Vitoria, considerado por razones obvias uno de los grandes buques del baloncesto europeo en plena lucha, un año más, por plantarse en la final four del continente que este año se juega en Barcelona.

Baloncesto del más elevado nivel, por tanto, el que ofrece su constelación de estrellas desde Marcelinho Huertas hasta Baptista, en el que hoy también será copartícipe el atribulado Menorca Bàsquet en su empeño por cazar un triunfo que se le resiste desde hace ya más de dos meses. Jugadores y técnicos continúan aferrados al discurso de estar preparados "por si la Liga nos da una oportunidad aún para salvarnos". Pues bueno, si eso sucede –una cuestión muy improbable aunque no imposible– cualquier opción de los menorquinistas pasaría por sumar cuatro victorias en los ocho partidos que restan, como mínimo.

El Menorca ya sabe lo que es ganar al Caja Laboral. Lo consiguió hace más de cinco años en Maó con Curro Segura en el banquillo. Pero es que en el historial de desiguales enfrentamientos entre ambos conjuntos hay una cuenta pendiente que quizás hoy los menorquinistas pueden saldar. Hace dos años los árbitros les birlaron injustamente la posibilidad de llevar el partido a la prórroga. Quién sabe si ese partido perdido no fue determinante para haber logrado entonces la permanencia.

Hoy el Menorca buscará el triunfo por muchos motivos, y ese, el de la cuenta pendiente, es uno de ellos aunque solo Urko Otegi permanezca en el equipo de hace dos campañas. Hay otros elementos que pueden estimular las opciones del cuadro mahonés, como por ejemplo el desgaste que traerá el equipo del sargento Ivanovic por su doble compromiso de Euroliga esta semana. Del mismo modo, la mente de los jugadores vascos estará más puesta en la eliminatoria ante el Maccabi que no en el partido ante el Menorca que no hace sino entorpecer su concentración con vistas a lograr el pase a la final four.

Pero aún con ese supuesto cansancio, el Caja Laboral llega con un ataque demoledor, el mejor de la Liga (78,4 puntos por partido), frente al del Menorca que es el segundo más débil, con el mejor porcentaje en tiros de campo, de dos y de tres, con San Emeterio como segundo jugador más valorado del campeonato, Huertas, base más destacado, Barac, segundo mejor reboteador de la ACB y Teletovic con 13,9 puntos por partido, entre los máximos anotadores. Asusta, en suma, desde cualquier punto de vista, y más considerando que va a ser la última temporada de Ivanovic en el banquillo según todos los indicios, lo que puede suponer, muy probablemente, el regreso de Ibón Navarro a quien el balcánico no quiso a su lado el año pasado cuando el presidente, Querejeta ya lo tenía renovado. A favor del Menorca están las bajas de Sow y Bjelica que han obligado a reincorporar a Dejan Musli.

Con la vuelta de Iván Radenovic entre dudas tras el esguince de tobillo que le tuvo dos semanas en el dique seco, el Menorca deberá jugar con el mismo nivel de intensidad, concentración y desparpajo que utilizó ante el Barça. Jugar liberado de presión y ansiedad es el único camino para que salga el mejor baloncesto del equipo y pueda poner en problemas al Caja Laboral.

Después de una semana tan agitada como la que ha vivido el club que preside Benito Reynés, con los problemas de tesorería que retrasarán el pago de la próxima nómina, y las sentencias desfavorables y extremadamente gravosas para la entidad, de Sunil Bhardwaj y Vladimir Boisa, una buena manera para cerrarla y constatar la profesionalidad del grupo pasaría por dar una alegría a la resignada afición, y sumar una victoria que lo reactive todo. De cualquier forma, a disfrutar todos de este partidazo.