VILLAR. Junto al técnico José Luis Abós, el día de su presentación como nuevo responsable del CAI - Archivo

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El CAI Zaragoza, próximo rival del Menorca Bàsquet (Pabellón Príncipe Felipe, 12.15 horas), dio el pasado miércoles un paso muy importante hacia la permanencia tras superar al Fuenlabrada, algo que tratará de corroborar el domingo ante los menorquines, que ya les ganaron en la primera vuelta y a los que sólo les vale el triunfo para seguir creyendo en la permanencia. Dos de los artífices del ascenso la temporada pasada y del buen rendimiento en la actual del equipo aragonés son el entrenador, José Luis Abós, y el director deportivo, Willy Villar, dos viejos conocidos de la afición insular tras su paso por el eterno rival, el Bàsquet Mallorca.

El canario (Las Palmas, 1969), fue el elegido hace dos temporadas por el club maño para reflotar la nave tras perder la categoría -junto al Menorca (2008/09)-, y no sólo lo ha devuelto a la máxima categoría sino que está a punto de prolongar su continuidad en la misma otra temporada más. Un camino muy parecido al del conjunto insular en los últimos tiempos. "Son dos clubes con vidas paralelas en los dos últimos años e incluso en este, ya que desde el inicio el objetivo era el mismo, la permanencia. En la primera vuelta incluso hemos ido de la mano, con muy pocas diferencias", afirma el mandatario, entre las que destaca que "nosotros hemos sacado partidos adelante por un punto o en la prórroga, lo que nos permite estar desahogados y cerca de la permanencia, algo que me gustaría que consiguieran los dos equipos". En esa línea, "recuerdo por ejemplo los partidos en casa ante el Unicaja o el Alicante, donde la diferencia ha sido el resultado".

Para el ex director deportivo del Bàsquet Mallorca la clave de la mala dinámica actual del Menorca responde únicamente a los resultados y en ningún caso al juego.

"En los últimos partidos de la primera vuelta pegaron un bajón de resultados pero no de juego, porque aguerridos y con un gran baloncesto han competido siempre y aunque la clasificación indica lo contrario, está siendo un equipo tremendamente difícil de ganar", apunta.

Es por ello que todavía cree en su salvación y sabe que el del domingo no será para nada, un partido fácil. "Siguen vivos y no han perdido el espíritu de luchar, lo demostraron ante el Barça y toda la liga tiene claro que se dejarán la sangre en el campo", admite. La mayor muestra de esa desconfianza hacia el equipo balear obedece a la derrota encajada en la primera vuelta, que aún tienen en mente. "Fueron superiores y justos vencedores, tomaron el mando en el marcador desde el inicio y anularon nuestros puntos fuertes", advierte.

Villar no duda en señalar además que es un partido especial tanto para él como Abós y Joan Riera, todos ellos con pasado mallorquinista. "He vivido muchísimas experiencias con el Menorca, incluso como jugador. Los dos hemos estado en distintas posiciones y han sido situaciones de mucha rivalidad pero también de mucho baloncesto y afición. Son escenarios diferentes pero siempre que nos cruzamos me vienen recuerdos agradables", resalta.

Y no menos especial será el 'enfrentamiento' por cuarta vez con Miki Servera, su hijastro. "Está evolucionando bien, debe mantener el trabajo y ser constante en la progresión pero está disfrutando de una experiencia al máximo nivel además de aprender de grandes jugadores y un buen entrenador", sentencia Villar.