Franco. El presidente del Alcázar, satisfecho con matices - Archivo

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El pabellón Sínia Costabella acumula sonrisas por doquier en su primera campaña en versión EBA. El CD Alcázar que entrena Lluís Arbalejo marcha en cuarta posición en su estreno en esta competición y, además, ofrece un baloncesto muy atractivo para la gran cantidad de público que acude a animar al primer equipo bermellón. Aunque no todo es bueno. Paco Franco, presidente del club bermellón, lamenta la falta de ayudas económicas con el primer equipo, tanto públicas como privadas, aunque las entiende, pero señala que "lo peor de esta temporada es no haber encontrado esponsor para el equipo de EBA".

Franco reconoce estar "muy sorprendido con la campaña que está realizando este equipo" y que "no lo podíamos prever de ninguna forma porque desconocíamos mucha información al ser debutantes", pero lo que sí sabía la directiva era "que la plantilla trabajaría mucho porque Lluís Arbalejo es una garantía de trabajo".

Para el presidente la clave de este grupo es "la labor que hacen y la buena sintonía que desprenden entre ellos, con la afición y con el club" y "el acierto a la hora de mantener el grupo del año pasado, reforzarse con la experiencia de hombres como Sabaté y con jugadores jóvenes que quieren crecer con el Alcázar". Además, adelanta que "este equipo debe asentarse en EBA, es su Liga, y queremos que los jugadores jóvenes de la casa puedan llegar al primer equipo". De hecho, hay algunos júniors que la temporada que viene entrarán en el primer equipo.

Pero lo cierto es que en su primer año en la categoría el equipo parece haberle tomado la medida. "En esta casa vamos paso a paso y en lo único que pensamos es en salvarnos matemáticamente", avisa Franco, aunque no puede evitar hablar del play off, que, si se da, supondrá un gasto imprevisto y, por tanto, problemático.

"Está claro que los méritos deportivos se tienen que asumir y si el equipo se clasifica el club hará un esfuerzo para que, como premio, ellos puedan medir su potencial a nivel nacional", revela Franco.

Pero la brillante temporada, en la que reconoce que la escuela de baloncesto está más viva que nunca, también cuenta con puntos negros. A la falta de un esponsor fuerte para el primer equipo hay que sumarle que el número de inscritos en la escuela ha sido menor de lo esperado, lo que ha obligado al club a rebajar gastos para evitar problemas económicos. "Tenemos deudas, como todos, pero también tenemos los pies en el suelo y estamos trabajando para que, de cara a final de temporada, si hay pérdidas en el presupuesto, éstas sean mínimas", asegura el presidente del Alcázar.