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En sus diferentes denominaciones, el Menorca Bàsquet ha podido hacer la machada de imponerse a equipos históricos como Barça, Baskonia, Penya o Valencia. Pero El Real Madrid es una misión imposible. El equipo menorquinista no ha podido echarle mano al gigante madridista en los ocho precedentes en los que ambas formaciones se han encontrado.

El resultado más abultado se produjo en la temporada 2006/07, la segunda de los isleños en la Liga ACB. Con una diferencia de 29 puntos en contra, el partido, jugado en la pista blanca, se saldó con un concluyente 107-78. En la misma temporada se produjo el guarismo más ajustado, un 79-83 en el Pavelló para un digno -4 en contra.

Dada la diferencia de potencial tanto en presupuesto como en efectivos de una plantilla madridista completísima, a pesar de que en las grandes citas el cuadro de Ettore Messina no acaba de dar con la tecla -véase Barça-, es evidente que todas las apuestas están en contra del Menorca una vez más.

El cuadro de Paco Olmos, en plena crisis de resultados y de confianza en las propias fuerzas, apela sin embargo a aprovechar que, precisamente, todo está en contra. A priori, es el tipo de rival con el que ya se cuenta con una derrota -honrosa eso sí-. Es por ello que a lo largo de la semana diversos componentes de la plantilla isleña hablaban de ir "sin presión", de "luchar al máximo para apurar opciones" y de "volver a casa con buenas sensaciones"... aunque, quizá, más de uno sueñe con vencer en la "Caja Mágica".

Pero es evidente que la lucha del Menorca se encuentra en otros frentes. Por de pronto, el calendario deviene durísimo: tras Madrid, recibe al Bilbao el próximo miércoles y el siguiente domingo, duelo vital en Manresa.