Ángel Piedra. El jugador del Alcázar fue el máximo anotador de su equipo con 15 puntos - Archivo

TW
0

El Alcázar despejó ayer cualquier duda que pudiera existir tras haber caído en el derbi ante el Alaior, con un triunfo de mucho mérito en la pista del Gandía, uno de los rivales fuertes de la Liga al que deja ya a dos victorias de diferencia en una clasificación en la que ya ocupa la tercera plaza.


El conjunto mahonés viajó con la lección bien aprendida y desde el primer momento supo tapar bien a los hombres importantes de los gandienses, sobre todo a Miller, cuyo emparejamiento con Piedra quedó neutralizado en puntos (11-15), aunque no en rebotes (8-2). Por el contrario, el juego exterior de los de Arbalejo funcionó bien y en momentos determinantes, especialmente en el caso de Edu Durán (3/4), Savoy (3/4) y Piedra (3/4).


Tras el 22-25 del primer cuarto, en el segundo el Gandía reaccionó y recortó diferencias, gracias al trabajo defensivo de los valencianos y al poderío bajo tableros que mostraron los pívots locales, que obligaba a los visitantes a realizar tiros forzados, lo que les permitía robar balones y salir en rápidos contraataques, acercándose en el marcador hasta llegar al descanso con una mínima ventaja de un punto (48-47).


A la vuelta de los vestuarios, la igualdad fue la tónica dominante, como lo había estado hasta el momento. El buen trabajo de Ángel Piedra y Dani García en ataque era contrarrestado por la efectividad de Francisco Baquer y Fabio García, que tomaron la responsabilidad ofensiva de las locales. Así, con un único punto de ventaja para los valencianos (66-65) se llegó al último y definitivo cuarto.


Sin embargo, las cosas cambiaron y la balanza se inclinó para el Alcázar. Quizás fue por desgaste físico o puede que les pudiera la presión, pero en el último y definitivo cuarto, el Gandía adoleció de la mordiente defensiva que había mostrado hasta el momento, y dejó libertad al ataque isleño, lo que fue un golpe mortal para los locales. El punto de inflexión del encuentro, llegó nada más iniciarse estos diez minutos finales. Con un parcial de 1-11 (67-76), que obligó a Víctor Rubio a solicitar un tiempo muerto para ajustar su defensa, dejó tocados a los locales. Sin embargo, los valencianos no bajaron los brazos y un contraataque de Rodríguez, unido a una defensa local que obligó a agotar toda la posesión, hicieron reaccionar al Gandía; pero Ayala, el mejor hombre del Alcázar en el último cuarto, salió al rescate de los suyos con varias acciones ofensivas. Un triple de Savoy y una intencionada sobre Sabaté, acabaron de resolver el encuentro.