El Tenerife Rural fue superior al Menorca y se impuso en el partido más igualado del año - Javier

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Sin liderato, sin imbatibilidad y sumando la segunda derrota consecutiva en Liga (83-93). Así encara el ViveMenorca su inminente periplo copero, tras caer ayer en manos del Tenerife Rural, el decimocuarto clasificado de la Adecco Oro. Un rival inferior pero que gracias a la seriedad con la que planteó el encuentro y, sobre todo, a un insuperable Boccia en la dirección, hoy presume de ser el único equipo capaz de asaltar la, hasta ayer, inexpugnable pista de Maó.

Pese a que el choque en sus inicios denotó cierta igualdad (8-8) el ViveMenorca no cumplió, una vez más, con el deseo de Olmos de marcar la diferencia en los inicios del match. Lejos de eso, los mahoneses encontraron en el Tenerife un rival motivado e inmerso en una intensa labor defensiva que no permitió a los locales desplegar su juego, ni en ataque ni en defensa, ni marcar el ritmo del partido. El acierto de Fergerson y Boccia en los primeros compases acabaría por propiciar la ventaja (12-13). Roe se hizo dueño y señor de la pintura en detrimento de Turner y la orquesta de Ciorciari no lució con todo su esplendor como en otras actuaciones. El argentino pecó de imprecisiones, como el resto de sus compañeros, se cargó muy pronto de faltas, y los visitantes se aprovecharon. Pérez colocó la máxima ventaja (15-22 a falta de un minuto para la finalización del cuarto). El cambio de director, Guzmán, no fue suficiente para evitar que el Tenerife llegara por delante al final de primer periodo (20-25).

Arrancó el segundo acto con el ViveMenorca acortando distancias gracias a un parcial de 10-2 obra de Turner, Montañana y la muñeca de Marc Fernández (31-27 a 5,35), pero la reacción fue un mero espejismo. Lou Roe se sentó por fin tras sumar su tercera personal, pero el remedio fue peor que la enfermedad. Y su sustituto, Ayón, resultó también un hueso duro de roer. Los rebotes ofensivos eran bien aprovechados por el Tenerife y la permisividad del Vive en defensa ayudó a los de Déniz a anotar canastas fáciles hasta que de nuevo los visitantes se pusieron por delante mediante Fergerson (35-36 a 2,50), tras robo de Boccia a Caio, en plena pájara. El enfado monumental de Olmos en el banquillo, que pagó su furia con la valla publicitaria, lo decía todo. Urko mantuvo vivo al Menorca, pese a las aportaciones de Ayón, y se llegó al descanso con el marcador 42-42.

Fue en el tercer cuarto cuando comenzó a mascarse la tragedia. A los tres minutos, con Boccia liderando a un Tenerife más metido en el partido, los visitantes se distanciaron (45-48). Ciorciari no logró hacerse con el tempo del encuentro y el ViveMenorca se limitó a vivir de las acciones individuales, olvidando la defensa, convirtiéndose Caio en alero improvisado en varias ocasiones y dejando la zona huérfana para regocijo de los tinerfeños, que machacaron el aro una y otra vez. Aún así, el Tenerife no conseguía escaparse. Con el marcador 48-52, un palmeo de Fernández sobre la bocina a 3,26 levantó la moral, pero Boccia y Fergerson se encargarían de devolver a la cruda realidad al Pavelló (50-56). La presión que ejercieron los visitantes y los bailes defensivos acabaron por descolocar a un Menorca más que perdido, que jugó mal, que aún suspiraba por la victoria pero que llegó al definitivo periodo en desventaja en todos los aspectos (54-58).

Nunca se dejó de soñar con la victoria y con el liderato. Caio Torres y un robo de Marc que anotó a placer, acercaron al Menorca (58-59 a 8,34 del final) y Urko se encargó de poner la ventaja desde los tiros libres (60-59). Pero el Tenerife no perdió los papeles y siguió constante de la mano de Boccia y pese a que los de Olmos se colocaron 69-65 a falta de 2 minutos, el internacional argentino puso de nuevo la igualdad (71-71) en el momento cumbre, a falta de cincuenta segundos para el final del partido más emocionante que recuerda Bintaufa en el presente curso. En mal momento llegó la eliminación de Ciorciari, cuando Cuthbert había levantado el Pavelló (73-71 a 27 segundos). Entonces apareció Lou, para prácticamente forzar la prórroga (73-73). Faltaban 7 segundos y Olmos decidió que la última se la jugara Marc, pues Boccia se centró en defender a Umeh. Pero la bandeja no entró y el Tenerife puso el nudo en el cuello a más de uno.

La primera prórroga del año en Maó, fue un baile para Lou Roe y Boccia. El americano, que había pasado el grueso del encuentro sentado por faltas, ofreció un recital y anotó diez de los veinte puntos que endosó el Tenerife al Menorca en cinco minutos. Con 79-81 a un minuto del término del encuentro, Cuthbert falló los dos tiros libres y el grupo se dedicó a aguantar el chaparrón hasta el final (83-93).

Olmos: "Nos invade la decepción por nuestra primera derrota en casa en un momento que no queríamos"

Tras la consecución de la primera derrota en Maó, el entrenador Paco Olmos, que tardó algo más de lo habitual en acceder a la sala de prensa, expresó su malestar, sobre todo, por el momento en el que llega el segundo partido consecutivo sin ganar: "Nos invade la decepción por nuestra primera derrota en casa en un momento que no queríamos. Pero ahora tenemos que ser capaces de cambiar el chip porque la semana que viene tenemos que afrontar un título", comentó Olmos y añadió que "es momento de levantar al grupo. La liga regular se va a parar y tenemos que pensar en la Copa Príncipe".

Sobre las claves de la derrota, el técnico valenciano reveló que "Ha sido un cúmulo de situaciones. Hemos pecado de ansiedad. Tenemos que darnos cuenta de que aquí también tenemos que saber ganar de un punto y hoy -por ayer- no hemos llegado fuertes a la prórroga. El rebote ofensivo ha marcado el final, no por el número sino por la efectividad. A nosotros nos ha faltado la concentración y la intensidad que ellos sí han tenido. Han atacado con mucha agresividad nuestro aro".

Respecto a la figura del partido, "Boccia nos ha desarbolado nuestra defensa tanto sin balón como con balón. Parecía que era un pulpo en vez de tener brazos. Se ha convertido en un jugador que de no estar en el guión a hacer el excelente partido que ha hecho."
El entrenador local también valoró negativamente que su equipo no fuera capaz de dominar el ritmo del encuentro: "No hemos dominado el ritmo del partido, sino que hemos tenido que correr detrás del Tenerife. Ellos han jugado un partido muy serio". Olmos, además, explicó que el equipo no pudo desplegar su juego: "Nos hemos tenido que ir al medio campo y ahí es más difícil conseguir una anotación alta. Además, nos ha faltado ese punto de defensa que nos permite canastas fáciles".

Sobre la eliminación de Ciorciari, el técnico subrayó que "para nosotros es un jugador importante y no ha estado en los momentos de máxima decisión. Aún así hemos tenido la última posesión para ganar".

Por su parte el técnico visitante se mostró satisfecho por el triunfo obtenido ayer: "Muy contento por mi equipo porque ya nos tocaba ganar en una cancha complicada como ésta. Y contento con el partidazo de Boccia que nos permitió pelear por el partido".