Brad Oleson. El escolta es el fichaje del año en esta liga ACB

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S.G. Maó
Los aficionados del Fuenlabrada están encantadísimos con la temporada que está haciendo su equipo. Con uno de los presupuestos más bajos de la categoría -unos tres millones de euros-, una buena planificación deportiva y grandes dosis de paciencia -y suerte, por supuesto-, están haciendo volver a recordar la buena etapa que este club modesto vivió con Prigioni en el entonces Jabones Pardo en las temporadas, 98/99, 00/01 y 01/02, en las que el equipo se clasificó en la octava plaza, o la impronta que dejó en la pista Velimir Perasovic.

Esta temporada era la del debut del técnico sevillano Luis Guil, sustituyendo a Luis Casimiro. El balance de Guil con el equipo, teniendo en cuenta la modestía de recursos del mismo, es ejemplar: tras 22 jornadas, el Fuenla ocupa la octava plaza y, ahora mismo, se mete en los Play-off al título con once victorias y las mismas derrotas, en base a un baloncesto quizá desorganizado en ocasiones -se dice, buscando la parte negativa, que los madrileños juegan a veces de forma caótica, a rachas-, pero bastante efectivo en el aspecto ofensivo.

Este punto se ve corroborado estadísticamente por dos aspectos. En el colectivo, el Fuenla es el tercer mejor ataque de la liga, solo superado por el Tau y el Madrid, siendo el mejor en porcentaje de triples (un 42,40% de acierto) entre los 17 equipos ACB.

En el aspecto individual, el nombre es evidente. Brad Oleson, un escolta que el año pasado jugaba en la LEB Oro, lidera el ránking de máximos anotadores de la ACB, con 459 puntos en 22 partidos, una media de 20,9 puntos por partido. Genial. Tanto, que el año que viene se va al Madrid.

Junto a él, tres jugadores más entre los 50 más anotadores: Saúl Blanco (13º, 13,9 puntos de media), Antonio Bueno (34º, 10,5) y Kristaps Valters (43º, 9,9).
La cruz de este equipo posiblemente se encuentre en la defensa, algo irregular (la 12ª de la liga, con una media de 81,36 puntos encajados).

Y otro aspecto que llena de orgullo al Fuenla: presumen de ser la mejor cantera de Madrid.