Otra prórroga fatídica

Animados tras la plácida victoria de la jornada pasada ante el Real Madrid, los jugadores de Alaior salieron a la cancha de Fontajau dispuestos a imprimir el ritmo de partido que más les convenía. Cargando bien el rebote ofensivo, los de Félix Alonso tomaron las primeras rentas gracias a sendas canastas de Uriarte y Dani López (0-4). Este arranque fulminante despertó a los gerundenses, que paulatinamente se fueron sacudiendo la presión asfixiante de los baleares e igualaron el tanteador a seis. La igualdad se apoderó entonces de la contienda, hasta que Andrés con un lanzamiento triple abrió brecha hasta el 15-11. A partir de entonces, el veterano Darryl Middleton mostró los galones, se adueñó de la pintura y llevó a los suyos al 19-13 con el que se alcanzó el parón entre tiempos.

No pudo empezar mejor el segundo cuarto para los de Alaior. Atascados ante la defensa local, Guillermo Justo clavó un lanzamiento desde más allá del 6,25 sobre la bocina, echando por tierra todos los esfuerzos del Sant Josep. Aún así no lograron engancharse al partido los albinos, ya que una controvertida antideportiva señalada sobre Matemalas volvía a descentrarles. Sin embargo, cuando Menorcarentals.com parecía más encallado en ataque, emergió la figura de Marotta. El joven jugador transalpino anotó un estratosférico triple, iniciando así un parcial de 0-10 (23-27). Intentaron reaccionar los de Borja Comenge de la mano del ex ACB Anthony Goldwire, pero de nuevo Marotta puso las cosas en su sitio y comandó a Alaior hasta la victoria al descanso (30-32).

Tras el paso por vestuarios, el Alaior mantuvo su intensidad defensiva, secando a un Sant Josep que sólo anotó once puntos. Parecía tener encarrilado Alaior el encuentro con el 41-47 con el que se iniciaba el último periodo, pero nada más lejos de la realidad. En esta LEB Bronce cualquier rival, por mal clasificado que esté, puede darte un susto y así lo demostró Sant Josep con un 7-0 de inicio que equilibraba de nuevo el marcador. Alonso solicitó tiempo muerto, leyó la cartilla a sus jugadores y consiguió que los engranajes volvieran a funcionar. Thomasson, con un triple, y Baquer, con cinco puntos consecutivos, pusieron de nuevo al equipo al frente (50-55) y escribieron el guión de un final de infarto. Del 50- 55 se pasó al 57 a 57 a falta de 1:44 para el final, gracias a la gran labor de Darryl Middleton. La sombra de la prórroga empezaba a proyectarse sobre Fontajau. Y así acabó consumándose (59-59).

En el tiempo extra, y con los nervios a flor de piel, el Girona supo sacar partido a su puntería para imponerse en el carrusel de tiros libres.