Ana Peleteiro confiesa haber sufrido abusos y maltrato psicológico.

TW

La atleta Ana Peleteiro, campeona de Europa y medallista olímpica en Tokio, ha denunciado en un conmovedor vídeo publicado en TikTok, que sufrió agresiones sexuales y maltrato psicológico por parte de una expareja, a la que no identifica. «Me despertaba por las noches teniendo relaciones sexuales sin consentimiento, y aun así me quedé. Cambió absolutamente todo de mí, desde la vestimenta al pelo, la forma de actuar con mi familia. Consiguió distanciarme de muchísima gente, y aun así me quedé», afirma.

Peleteiro relata todos los episodios que ha ido pasando durante esa etapa con el objetivo de que «sirva para que otras niñas no se queden, al menos tantas veces», señala al principio del vídeo, vinculado a la tendencia 'y aun así me quedé'. «Decía que no hablaba públicamente de nuestra relación para protegernos porque el que no sabe no estropea. Y aun así, me quedé. Discutía conmigo y me amenazaba con dejarme cada vez que subía stories con él de cualquier cosa del día a día. Y aun así, me quedé. Tenía amigas nuevas cada mes y se inventaba películas de que eran amigas de hacía mil años y era mentira. Eran como amantes. Yo en ese momento, obviamente no lo sabía. Ahora sí: y aún así me quedé porque me lo creía», explica.

@apeleteirob

Y aunque parecia imposible consegui salir y ser la mejor fuerte, valiente y feliz que soy hoy en dia ❤️‍🩹

♬ sonido original - Ana Peleteiro

En su relato, confiesa cómo su expareja le engañaba: «Se ponía un cristal templado, que no permitía ver el teléfono, a no ser que estuvieses de frente, porque decía que no paraba de mirarle el teléfono cada vez que escribía. Y aun así, me quedé. Cada vez que sospechaba que estaba hablando con otra persona más, con otra chica más, pues intentaba o estaba a punto de descubrir una infidelidad, me decía que estaba completamente loca, que eran invenciones de mi cabeza. Y que iba a acabar rompiendo nuestra relación por tanta desconfianza. Y aun así, me quedé».

Peleteiro admite su «error» por compartir tanto tiempo con él, sobre todo porque cuando llegó la pandemia la dejó sola «durante cuatro meses» teniendo la oportunidad de pasarla juntos. «Descubrí que tenía una doble vida, otra relación a escondidas. Y aun así me quedé y le perdoné. Si iba los fines de semana a su casa, desaparecía y de repente yo no sabía absolutamente nada. Y él durante todo el fin de semana me decía, a lo mejor, un día esporádicamente, buenos días, y se excusaba diciendo que necesitaba su espacio y que tenía que confiar en él y dejarle hacer esas cosas porque eso era normal en una relación. Y aun así me quedé», cuenta.

«Volvía de esos viajes como con chupones en el cuerpo –continúa- y me decía que eran picaduras de bichos que tal vez había en su colchón. Y aun así me quedé. Me decía que si no manteníamos relaciones sexuales siempre que él quería, deterioraría la relación y que, al fin y al cabo, quien no comía en casa comía fuera. Y que si luego me era infiel, que tampoco me sorprendiese. Y aun así me quedé».