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Ciutadella acogió ayer a 502 vencedores repartidos entre la Mitja Marató, la primera edición de la prueba de 10 kilómetros 'Illa de Menorca' y la carrera popular. Corredores, habituales u ocasionales -faltaron algunos que no pudieron desplazarse a la Isla debido al mal tiempo- que se convirtieron en ganadores por el hecho de entrenar un número de días a la semana, de marcarse la cita como un objetivo y cumplir escrupulosamente con la rutina de preparación y de madrugar en un feo domingo de otoño que invitaba más a hacerse un ovillo con el edredón que ponerse a recorrer 21,097 kilómetros o 10 kilómetros, según la prueba. El que no vaciló fue el alaiorense Rafel Quintana que cumplió el guión que le colocaba como favorito y pulverizó el crono con 1:10'03''.

Además de ganador fue el más rápido. En féminas, la vencedora fue la valenciana Pilar Mahamud, mientras que en los 10.000 metros ganaron Lluís Torres y Keta Pons. Aunque triunfadores hubo por doquier.

La mañana fue una prolongación de la tarde-noche del sábado. Viento, amenaza de lluvia constante y una sensación térmica fría recibieron a las cerca de 1000 personas que estuvieron presentes en la salida. Desde el primer momento, Quintana tomó el mando en la carrera. No especuló el alaiorense del CA ADA Calvià, que se escapó como una bala únicamente seguido de cerca por el mallorquín Esteve Barceló y el ciutadellenc Nando León. Los demás, los mortales que ni por asombro rebajan los 3'30'' el kilómetro disfrutaron más del paisaje y de un recorrido al que quizá le sobraron adoquines (a más de uno le dolerán los tobillos hoy) y le faltó algún avituallamiento, pero ya se sabe que "sin dolor no hay beneficio".

El otro nombre de la carrera fue Andrés Pulido, del Xtrem Menorca Atletisme, que en la segunda parte del duelo pasó del sexto lugar al segundo con una media de 37'27'' espoleado en todo momento por su entrenador que le siguió en parte de la carrera en una bicicleta.

El trazado arrancó en la plaza de Es Born hasta el castillo de Sant Nicolau para luego seguir por el Camí de Baix, regresar a la meta, bajar al puerto, tomar la subida de Dalt Sa Quintana en dirección a la urbanización de Sa Farola y de allí hasta Cala en Blanes, donde los corredores daban media vuelta para volver por la calle Santa Bárbara, la plaza de Dalt es Penyals, es Bastió de Sa Font y un entramado de calles por el casco antiguo.

La carrera dio para mil historias, anécdotas que sazonaron después el rato de rehidratación como la que protagonizó el ganador del año pasado, Antonio Gálvez, que al acabar en 18ª posición en lugar de descansar rehizo el trazado en sentido contrario para ir a apoyar a su compañera Zoraida Gomila, o los metros que compartieron el ex presidente del Menorca Bàsquet, José Luis Sintes, y el ex jugador, Tisi Reynés, o la estupenda actuación de uno de los organizadores, Víctor Truyol, como 'speaker' .

La prueba, en la que algunos aseguraron que la distancia no era correcta, se desarrolló sin problemas y con un solo abandono, mientras la organización recogía felicitaciones por todos los lados. Un año más.

El único pero a la mañana la puso Eolo. El viento, que en algunos momentos desmontó parte de las instalaciones ubicadas para la carrera, dificultó todavía más el ejercicio, sobre todo en el tramo de Sa Farola donde los corredores además de pelear contra el elemento disfrutaron de un paisaje espléndido con el mar rompiendo contra las rocas.

Los deportistas repusieron fuerzas a su llegada con un surtido de bollería industrial, fruta cortada, bebidas isotónicas, refrescos y agua, así como muestras a cargo de Herbal Life, mientras repasaban los tiempos que habían logrado en las listas que poco a poco Mito Bosch fue colgando en la entrada del ayuntamiento de Ciutadella.

Tras la Media y los 10.000, llegó el turno de las carreras populares para los más pequeños que fueron seguidos por un nutrido grupo de personas poniendo la nota simpática a la mañana deportiva, así como el punto y seguido a tan especial cita. Hasta el año que viene, claro.