El Mirador del Colomer recibe miles de personas a diario durante el verano. | Elena Ballestero

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«Esa negación tiene la voluntad de imponer en una feria turística internacional un relato que ya nadie cree. Es una estrategia, la de decir que aquí no pasa nada, que el PP siguió hasta el verano pasado, cuando dieron un paso adelante y asumieron que existe un problema grave que genera gran tensión social. La Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), en cambio, ha dado un paso hacia atrás pese al consenso mayoritario sobre la turistificación y sus efectos». Así responde en nombre de la plataforma ‘Menys turisme, més vida’ la portavoz del GOB Mallorca, Margalida Ramis, a las declaraciones del presidente de la patronal, Javier Vich, que en la ITB de Berlín afirmó que «Mallorca no es un destino ni saturado ni colapsado».

«Sufren por la imagen de Baleares porque venden un paraíso que no lo es y en el que el modelo económico turístico afecta directamente a sus residentes y el medio», continúa Ramis, recordando que en la publicidad se siguen usando fotografías de playas vacías hechas en invierno. «Ya nadie compra ese relato», insiste, y señala que los medios de comunicación internacionales ya no hablan de turismofobia y entiende que la saturación es una realidad que afecta a muchos otros territorios. «Negarlo es casi surrealista y genera indignación social», advierte, porque a pesar del giro comunicativo que hizo el Govern del PP el pasado verano «ahora todo está peor, nada ha cambiado y el Pacte per la Sostenibilitat se ha demostrado como una idea vacía».

La activista considera que «los titulares que el Govern consiguió para tratar de mostrar que actuarían no aguantan más de una temporada». «Nos ha sorprendido mucho que tras las movilizaciones del año pasado muchos periodistas de medios extranjeros han ido preguntando de forma recurrente cómo está la cosa por aquí, porque ya no lo ven como una noticia aislada, saben que es un gran problema», comenta Ramis. La crisis habitacional y la precariedad laboral, intensificados por el turismo, centran ya el discurso unitario de los movimientos sociales.