Dos camareras de piso, limpiando una de las habitaciones de un hotel mallorquín. | Teresa Ayuga

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El crecimiento del absentismo está alcanzando cotas preocupantes en Baleares. Las tasas de absentismo por contingencias comunes aumentaron en todos los sectores clave en 2024, especialmente en la hostelería. Una tendencia al alza que preocupa a las patronales y que ha puesto en guardia al Govern, quien prepara un plan para afinar los protocolos de gestión y control de las bajas.

Las bajas laborales han experimentado incrementos interanuales en la construcción (del 4,9 % al 5,3 %), el comercio (del 5,3 % al 5,7 %) o el transporte (del 4,6 % al 5,2 %). Los servicios de alojamiento son los que muestran una tasa más elevada, pasando de un 7,6 % a un 9,4 %. Se trata de un problema que, además, se agrava considerablemente en los meses álgidos de la temporada turística: los porcentajes reseñados son medias anuales que se disparan cuando se circunscriben a un periodo de ocho meses, de marzo a octubre, correspondiente con toda la temporada alta. En este caso, el absentismo en hoteles y resto de servicios de alojamiento asciende al 14,6 %. La restauración, por su parte alcanza un 9,5 % en dicho periodo, mientras que la media anual se reduce a la mitad, el 4,8 %.

Desde la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) trabajan en unas estimaciones incluso mayores. Su presidente, Javier Vich, explica que las bajas se han ido incrementando progresivamente a partir del gran punto de inflexión que fue la pandemia. Sus cálculos sitúan el porcentaje de absentismo entre un 20 % y un 30 %. «En nuestro sector el problema es mayor», indica para subrayar que este va a ser uno de los punto principales sobre la mesa de negociación del convenio de hostelería. «Queremos abordar este tema con los sindicatos, sobre todo por los trabajadores que se quedan asumiendo todas las tareas en esas plantillas cuando sus compañeros no acuden a su puesto de trabajo».

Mientras tanto, el Govern trabaja en su propia plan de choque: un nuevo proyecto para la mejora de las cifras de absentismo y siniestralidad laboral, dos fenómenos interrelacionados. «Las bajas derivan en sobrecargas laborales y estas en siniestralidad», señala la secretaria autonómica de Treball, Ocupació i Diàleg Social, Catalina Cabrer, quien admite que «manejamos unos datos que nos están preocupando».

El proyecto tratará de poner freno a esta tendencia al alza a través de diferentes grupos de trabajo compuestos por representantes del Instituto Balear de la Seguridad y la Salud Laboral (Ibassal), la Dirección Provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y el Consejo territorial de la Asociación de Mutuas (AMAT), así como representantes de la Conselleria de Salut y de la propia Secretaria de Treball.

La idea es estrechar la colaboración entre todas las partes para afinar los procesos de control de las bajas por incapacidad, simplificar los y trámites administrativos y reducir la siniestralidad. Entre las acciones previstas se cuenta la agilización de las pruebas diagnósticas o la creación de un visor compartido del historial clínico. Una medida, esta última, en la que se está trabajando de modo especial para evitar posibles incompatibilidades con la ley de protección de datos.

«La seguridad y la salud es lo primero, pero todos tenemos que hacer un uso responsable del sistema. Los primeros, los organismos públicos», asevera Cabrer para añadir que el plan también incluirá medidas para proteger la salud mental de los trabajadores, campañas de gestión de riesgos laborales y acciones para impulsar la conciliación.

Por otro lado, Govern y sindicatos coinciden al señalar las eternas listas de espera de atención médica como una de las cuestiones capitales en el alargamiento de las bajas. Desde CCOO se señala que la demora de las citas médicas prolongan el tiempo que el empleado pasa sin reincorporarse a su puesto de trabajo, motivo por el que reivindican una mejora de los servicios sanitarios de atención primaria. «Una financiación adecuada del sistema público de sanidad podría disminuir el problema», señala el sindicato en su balance de la temporada pasada.

Por su parte, Cabrer incide en la vocación simplificativa del proyecto y en que «no se trata de perseguir, sino de trabajar en todos los procesos administrativos que alargan los periodos de baja».