El centro de coordinación de Emergencias. | ALEX SEPULVEDA

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El pasado 15 de enero el Servicio de Emergencias de Balears y el Institut Balear de la Dona (IB-Dona); a través de la Consellería de Famílies i Afers Socials y la de Presidència i Administracions Públiques, respectivamente; renovaron el convenio de colaboración del servicio de atención especializada 24 horas para mujeres víctimas de violencia de género. Una firma que supuso actualizar un acuerdo que no se renovaba desde hacía 15 años. «Estaba caducado, puesto que los servicios y recursos en 2010 no eran los mismos que hay ahora operativos», indica la directora del IB-Dona, Catalina Salom.

Este nuevo convenio ofrece, según explica Salom, centralizar al servicio 24 horas del IB-Dona las llamadas que reciba Emergencias por casos de violencia machista, permitiendo a las técnicas que lo conforman ofrecer a las mujeres atención social, jurídica y psicológica por vía telefónica; así como acompañamiento in situ. Hasta ahora, el protocolo de actuación que seguían los operadores del 112 no incluían el tener que derivar obligatoriamente los casos de violencia machista. «Aunque no hubiera un convenio vigente, ya nos pasaban las llamadas porque somos el servicio especializado en urgencias para mujeres víctimas».

Y es que, aproximadamente, el 33,3% de las llamadas que recibe al año el servicio 24 horas del IB-Dona, son derivadas del 112. «Si atendemos unas 4.500 llamadas anuales, unas 1.500 vienen de Emergencias», apunta Salom. En cuanto a violencia de género, el 112 interviene de dos posibles maneras. Por un lado, presta ayuda inmediata en contextos de emergencias donde se ve vulnerada la integridad de la mujer; y por otro, hace de conector, derivando al IB-Dona el caso, una vez que se ha resuelto la emergencia o cuando la llamada se produce en primer lugar para pedir asesoramiento.

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Una técnica atiende a una usuaria. Foto: P.PELLICER

«Una persona que ha sido agredida no siempre llama pidiendo ayuda inmediata, sino porque necesita instrumentos para una urgencia vital de tipo personal», expone el director general de Emergencias e Interior de Balears, Pablo Gárriz. A diferencia de otro tipo de emergencias, las llamadas relacionadas con violencias machistas a veces no proporcionan ningún tipo de información al operador, pero «hay una serie de patrones que te indican que puede tratarse de una agresión machista». «A veces hay un susurro, un comentario o una petición atípica, como que llamen pidiendo una pizza y den la dirección». Gárriz señala que «lo más importante en una llamada de emergencias es saber el dónde, para poder mandar el recurso que sea necesario a un lugar concreto».

Emergencias cuenta desde hace 15 años con un gran aliado para obtener información sobre posibles episodios de violencia de género: el proyecto IRIS. Se trata de un protocolo especial para este colectivo de mujeres, sustentado en una base de datos confidencial sobre las víctimas y sus números de teléfonos. Su registro es voluntario y permite que cuando los técnicos tengan una llamada entrante de un número registrado se sepa inmediatamente que se trata de un posible caso de violencia machista, sin necesidad de que la mujer proporcione ninguna información verbal.

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El director general de Emergencias, Pablo Gárriz. Foto: A. SEPÚLVEDA

Cuando una mujer dada de alta llama, automáticamente el registro de la llamada sale enmarcado en un recuadro de color rojo y se actúa. «Si se tiene la posibilidad, se ofrece en la llamada los recursos, si no se contacta con el IB-Dona para trasladar que se ha sido conocedor de una posible situación de vulnerabilidad». «Es importante que después de un momento de emergencia nos deriven las llamadas porque luego nosotras abrimos un expediente, hacemos seguimiento y los ofrecemos los recursos que necesiten; y sino activan nuestro servicio podemos no enterarnos del caso y no se da la parte de atención social a la víctima», apunta Salom.

De hecho, la directora señala que el año pasado el equipo de atención 24 horas vio como «había bajado el número de llamadas al 112», seguramente, dice, «porque había profesionales que no nos activaban». «Si el IB-Dona es conocedora de la información que le damos, puede activar otros mecanismos de salud, servicios sociales o programas de protección», añade Gárriz. El 112, proporciona todos los datos de la llamada, el lugar y lo qué ha ocurrido. «A veces son mujeres que conocemos y otras no», explica la coordinadora del servicio de atención 24 horas del IB-Dona, Alexandra Tristán.

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Cuando el número que llama está registrado en IRIS salta un aviso en rojo.

«Esperamos un tiempo prudencial para que intervengan los cuerpos de seguridad y luego lo hacemos nosotras. Vemos sus necesidades, hacemos contención emocional en muchos casos, porque están muy nerviosas y ofrecemos todos los recursos». «Nos encontramos de todo, hay emergencias por agresión física, quebrantamientos de órdenes de protección y otras donde piden asesoramiento legal porque aún no están preparadas para denunciar; algunas quieren saber si lo que sufren es violencia machista». En este sentido, expone que «muchas veces la normalizan porque se ha continuado en el tiempo y no se identifican como víctima; pero a medida que hablan con nosotras se dan cuenta que están aceptando situaciones que para ellas son normales pero para el resto no lo son».

Además, la mayoría «recurre al servicio porque no tienen porqué facilitar ningún dato».
Casi todas las consultas son por violencia de género, aunque el patrón cambia «según demanda», dice Salom. «En verano, suben mucho las relacionadas con agresiones sexuales». En cuanto al perfil, la franja de edad habitual están en torno a los 31 y los 40 años, son de nacionalidad española y autóctonas; sin embargo, Salom recalca que «esto no significa que sean las que más violencia sufren, sin que son las que más piden ayuda». «Trabajamos mucho en post, acompañamos a los centros de salud o los juzgados», añade.

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Alexandra Tristán (i) y Catalina Salom (d).

Cabe destacar que desde el pasado 29 de enero, el teléfono del servicio de atención 24 horas del IB-Dona a cambiado su prefijo. Desde ahora, es el 900 178 989 y deja de ser 971 178 989.
Así, el número de contacto pasa a ser gratuito, facilitando su acceso a todas las personas interesadas. A pesar del cambio, el antiguo seguirá habilitado «mientras sea necesario». Por otro lado, seguirá dejando rastro en el registro de llamadas, a diferencia del 112.

016

Recursos para quienes sufren violencia de género

El teléfono gratuito 016 atiende las 24 horas del día a las mujeres víctimas de violencia machista en España. El número no queda registrado ni en la factura telefónica ni al consultar en la web, pero sí se debe borrar la llamada del dispositivo para que no deje huella. También puedes escribir un correo electrónico a 016-online@igualdad.gob.es o solicitar asistencia al número de WhatsApp 600000016 (este número no admite llamadas de teléfono).

Para las mujeres que necesiten apoyo emocional inmediato, el Ministerio de Igualdad tiene dos números para contactar con personal especializado: 682916136 y 682508507. Mujeres con diversidad auditiva y/o del habla pueden llamar al 900116016.

También se puede llamar a:

• 112 Emergencias

• 091 Policía Nacional

• 062 Emergencias Guardia Civil

Quienes crean que puede haber una mujer en peligro también pueden llamar a estos números.