Soluciones. El 74 % de los encuestados para el informe del Govern señalan la regulación del precio del alquiler y la puesta en marcha de programas de alquiler ético como medidas acertadas para paliar los obstáculos de la emancipación residencial. Sobre estas líneas, un joven mira ofertas inmobiliarias.      | Efe

TW
0

La tasa de emancipación de los jóvenes que tienen entre 16 y 29 años en Balears alcanzaba el 34,3 % en 2005, pero el constante incremento del precio de la vivienda y la precarización de los salarios ha provocado que este mismo porcentaje se haya reducido a la mitad en 18 años, puesto que en 2023 cayó al 18 %, según    datos del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España. El último informe publicado ayer por este mismo organismo desveló que un 87 % de los jóvenes emancipados en España comparten vivienda y un 34,5 % ingresa menos de 1.000 euros al mes.

En el caso del Archipiélago, el sueldo medio que cobra este colectivo está en los 1.050 euros, según apuntan desde el Consell de la Joventut de les Illes Balears.  Un 82,4 % de jóvenes que se han marchado de casa de sus padres convive con amigos, compañeros o su pareja sentimental, ya sea con o sin hijos, mientras que únicamente el 10 % vive solo. Así se refleja en la Primera Encuesta a la Juventud presentada la semana pasada por el Govern.

El 59,4% de la población juvenil emancipada está de alquiler y un 39,1% asume un gasto «razonable», porque no llega a pagar el 30 % de los ingresos de todo el hogar; en el extremo opuesto, y en una magnitud muy similar, el 38,7 % se encuentran en una situación económicamente muy vulnerable, ya que destinan más del 40 % de sus ingresos a pagar la vivienda. Este sobreendeudamiento es más frecuente en los jóvenes que viven de alquiler, señalan en el estudio citado.

Esta situación, sumada a la precariedad, se evidencia en el hecho de que la mitad de los jóvenes emancipados en Balears    ha sufrido un desahucio por no poder pagar el alquiler o la hipoteca en los últimos años. Un 8,2% incluso ha padecido alguno de estos problemas tres o más veces. Unos hechos que se dan especialmente entre los jóvenes que deben compartir piso.

Si casi el 60 % de los jóvenes que se han marchado de casa de sus padres está de alquiler, únicamente el 25,1 % paga una hipoteca y un 10 % habita una vivienda cedida, aunque pague cierta cantidad por ello. Eso solo ocurre entre las familias que disponen de alguna propiedad de la cual puedan prescindir.

Se corrobora que la población emancipada en viviendas de propiedad dispone de más metros cuadrados por persona que los jóvenes de alquiler. Si el 38,9% de las personas que residen en viviendas de propiedad disponen de 40 metros cuadrados por persona o más, el grueso de los jóvenes inquilinos se mueve entre los 20 y los 30 metros cuadrados por cabeza (34,9%). Por    su parte, el 28,3 %    de los que alquilan disponen de menos de 20 metros cuadrados por persona.

Un 40 % de los jóvenes encuestados para el informe del Govern reconoce que aún no se ha emancipado por falta de vivienda económicamente accesible, mientras que un 28 % no lo ha hecho por falta de recursos o de empleo. En este sentido, el 47 % trabaja, un 19 % estudia y un 12 % hace ambas cosas.

En este contexto, no es de extrañar que en ciudades como Madrid y Barcelona prolifere el coliving, es decir, el alquiler de una habitación con baño propio dentro de un edificio que cuenta con servicios y espacios comunes para el resto de los inquilinos. El grupo inmobiliario CBRE    señala que este método en España alcanzará las 20.000 camas en 2025, más del doble de las 8.000 que había en 2023.

El apunte

Las Islas son el único territorio con el precio de la vivienda más caro que antes de la burbuja

Balears es la única comunidad    con el precio de la vivienda más caro que antes de la burbuja inmobiliaria del año 2007, según las tasaciones de Tinsa by Accumin, que precisa que se han encarecido un 16,9 %. De lejos le sigue la Comunidad de Madrid, la región que más se aproxima al valor alcanzado en el ‘boom’, pero aún sigue un 2,5 % por debajo de su referencia de máximos. Si se toma como referencia a las capitales de provincia, Palma y Málaga son las dos únicas que, según Tinsa by Accumin, superan los máximos de la burbuja de 2007: un 12,1 % y un 4,6 %, respectivamente. Muy cerca se encuentran Madrid, aunque aún sigue un 0,2 % por debajo; y Santa Cruz de Tenerife, un 1,2 % inferior. Balears es la provincia más tensionada de toda España, ya que un hogar medio necesita destinar el 67 % de su renta disponible al pago de la hipoteca de su primera vivienda.