Electrocutarse y salir con vida: la historia de la joven del ‘selfie’ en las vías de Son Costa
La menor se encuentra estable en la UCI de Son Espases y aunque le espera una larga convalecencia, el accidente le ha cambiado la percepción de la vida
Inés (nombre ficticio para proteger la identidad de la menor) es una joven de dieciséis años que, a partir del pasado 7 de enero de 2025, celebrará dos cumpleaños, el del día en que nació y el del que se salvó de una potente electrocución que pudo haber acabado con su vida. Hasta los médicos están sorprendidos del efecto que los amperios que circularon por su cuerpo dejaron en ella. Menos de lo que esperaban. Sobre todo, porque engancharse a una catenaria que arroja descargas de cerca de 1500 voltios, no da segundas oportunidades. La joven de Son Costa, sí tiene una.
96 horas después del suceso, la menor continúa ingresada en la UCI del Hospital de Son Espases. «Físicamente no está bien, le han puesto placas y clavos, tiene doble rotura de peroné, de pelvis, pero está estable y sobre todo, está bien psicológicamente», explica a Ultima Hora uno de sus amigos.
Son algunas de las lesiones que le dejó la caída, sólo la caída; porque aparte de esas heridas físicas, Inés también está lidiando con los efectos de la electrocución a nivel interno. Eso sí, al menos ha sacado algo positivo: el suceso le ha cambiado la vida. Así lo confirma su entorno más cercano. «Nos habla todos los días desde el hospital, no para de darle la chapa a todo el mundo con que tenga más cuidado porque la vida se va en un segundo, esto le ha dado mucho en lo que pensar», añade este compañero.
La noche de autos
Eran las cuatro de la mañana, un grupo de jóvenes de entre 14 y 16 años, vecinos de Campos y Manacor, merodean por los alrededores de la estación de Son Costa-Son Fortesa. Lo hacían en el área de las gradas, muy frecuentadas por chicos de su edad. Al parecer, un trozo de la verja protectora metálica ya se encontraba forzada y dejaba entrever un pequeño hueco por el que colarse en las vías. Inés imaginó la foto que quería hacer en su cabeza. Quiso meterse dentro para llevarla a cabo y una vez accedió a la parte interior de las barreras, al encontrarse a varios metros de altura, realizó un gesto instintivo para no perder el equilibrio y se agarró a los cables que pasaban por encima de ella; precisamente, la catenaria del tren.
Éste fue el lugar en el que ocurrió:
«Se sujetó para no caerse. Ella no sabía que corría tensión por el cable. Empezó a sonar el típico sonido de electrocución y, literalmente, cayó muerta. Parecía fallecida. Ella me contó que sólo pensó en soltarse y se soltó», explica este amigo cercano; «se dio con la cabeza en el suelo y cayó inconsciente», prosigue.
La caída fue de unos ocho metros de altura; por lo que le supuso diversas fracturas. Uno de sus amigos se acercó rápidamente a ella y la retiró hasta un lugar seguro, aún en el interior de las vías. Acto seguido, llamaron a Emergencias. Desde Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) contactaron con los equipos que la atendían para cortar la tensión eléctrica y que pudieran tratar a la adolescente sin riesgo, pero no fue necesario. La joven recobró la conciencia y hasta pudo mantener una conversación con las primeras unidades de Policía Local de Palma y Bomberos que llegaron al punto del accidente, un lugar de difícil acceso que complicó las tareas de rescate. «¿Alguna vez has visto algo como esto?», les preguntó.
«He visto de todo por Tiktok. Gente que dice que preguntando eso ella estaba vacilando a los agentes. Sólo lo preguntó porque estaba asustada. Quería saber si habían visto algo así antes, por saber si iba a sobrevivir. ¿En qué cabeza cabe que pudiera decirles eso en plan vacilón?», reivindica uno de sus amigos.
Las heridas de Inés no son ninguna broma. La mantienen ingresada en la UCI de Son Espases y hasta los médicos muestran sorpresa por su progresiva recuperación. La descarga, de alto voltaje, le entró por una mano y salió por uno de sus gemelos; tal y como demostraban las quemaduras en ambos puntos. Asimismo, sufre daños internos y politraumatismos; aunque su estado es grave, evoluciona favorablemente.
¿De cuántos voltios fue la descarga?
Es uno de los puntos más complejos. Las descargas 'domésticas', es decir, las que se producen en casa; no suelen superar los 500 voltios, 220 es lo más habitual; este caso, podría haber supuesto el triple. Por ello, desde Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) tienen claro lo ocurrido. Su gerente, José Ramón Orta, asegura que «si hubiera sufrido una descarga de 1.500 vatios esta chica estaría muerta. Esa potencia viene a ser como la de una silla eléctrica. Lo que sucedió es que la joven debió tocar los cables de la catenaria y se produjo una micro-descarga que le hizo perder el equilibrio y caer sobre las vías», afirma.
Sea como fuere, la joven ha logrado sobreponerse a algo que se ha cobrado otras vidas. Aquí en Mallorca, la de Dani, de tan sólo 18 años, que durante las fiestas de Bunyola, se apoyó en una farola y recibió una descarga que acabó con su vida. Ocurrió en 2014. Por ello, los expertos avisan: una electrocución es potencialmente mortal.
Desde el incidente, son muchas las voces que se han alzado; unas para criticar la negligencia o imprudencia de la joven, otras, como la de su propio padre, para pedir mejoras en los tramos viales peligrosos, por ejemplo, colocando indicativos de alto voltaje o reparando las barreras protectoras. Asimismo, el progenitor ha querido romper una lanza en favor de su hija y aclarar que no consumió ni alcohol ni sustancias estupefacientes ya que el examen toxicológico dio negativo.
Por otra parte, voces de expertos, como la psicóloga sanitario-jurídica, Margalida Serra, avisa sobre «la pérdida de percepción del riesgo cuando detrás de esa foto hay una necesidad de notoriedad, de conseguir 'likes' o sorprender a los amigos, se prioriza la fotografía a la propia seguridad», explica. Nadie sabe lo que pasó por la cabeza de Inés hasta que sea ella misma quien, ya recuperada, explique como y qué sintió. Por el momento, y siguiendo el consejo de la psicóloga, «hay que ayudarla a tomar conciencia y si no lo hace, tomar medidas más contundentes». Según explican sus amigos, parece que Inés, se ha llevado tal susto que trata ahora de protegerse mejor tanto a ella como a sus amigos. Salir con vida de algo así, no es fácil de olvidar.
... la valla significa algo señores, quiere decir "no pasar", y eso lo sabe todo el mundo... si atravesaron por un hueco, son responsables... veo mucho buenismo hacia la pandilla de chicos, en vez de una buena reprimenda...
4 comentarios
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Los culpables son los padres!, ni sabian a que distancia de casa esta su hija menor de edad! A que hora?... 4 de la mañana!
... la valla significa algo señores, quiere decir "no pasar", y eso lo sabe todo el mundo... si atravesaron por un hueco, son responsables... veo mucho buenismo hacia la pandilla de chicos, en vez de una buena reprimenda...
Más importante que el voltaje de tensión,es la intensidad y el tiempo que pasa por el cuerpo ,la electrocución .
Eran las 4 de la mañana de un martes, al dia siguiente hay clase...tienen entre 14 y 16 años,...¿Los padres?