Vacunación de una persona mayor. | Efe

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El año pasado se diagnosticaron 7.406 casos de herpes zóster en Baleares con una tasa al alza de 612 infecciones por 100.000 habitantes, casi el doble que hace una década. La Conselleria de Salut inició en febrero de ese año la vacunación contra este virus entre la población que cumplía los 65 y los 80 años, se calcula que eran unas 21.000 personas, además de a los grupos de riesgo a partir de 18 años.

Sin embargo la tasa de aceptación, a falta de que la concreción por parte de la Conselleria, fue realmente baja por lo que explica la responsable de Salut Pública, Elena Esteban, que se ha iniciado una captación activa. Es decir, se ha facilitado un listado de pacientes diana a los centros de salud para que les vayan llamando uno a uno. Y es que la edad aumenta el riesgo debido principalmente al envejecimiento del sistema inmune.

El herpes zóster es una enfermedad producida por el virus de la varicela-zóster. Cuando una persona se recupera de la varicela el virus permanece latente e inactivo en su organismo y puede reactivarse años o décadas después y causar esta enfermedad en forma de erupción con vesículas, localizada y dolorosa.

Y si bien «baja la varicela por la vacunación en niños, sube la incidencia del herpes zóster en mayores por el incremento de la esperanza de vida que produce la inmunosenescencia, es decir, un sistema inmunitario más débil por la edad al que le cuesta más hacer frente a infecciones», explica Esteban.

También porque «cada vez usamos más fármacos que pueden producir depresión del sistema inmunitario». Como las cifras de vacunados son muy bajas, se ha iniciado la captación activa a las personas candidatas y más allá de los cohortes de 65 y 80 años, «vamos de los 75 a los 80».

El herpes zóster se inicia con un malestar o una molestia y a los pocos días produce una erupción, «como la varicela que evoluciona hasta costras», explica la responsable de Salut Pública, «a veces es poco o a veces tiene una gran extensión siempre suele localizarse a la mitad de la espalda o el tórax». La enfermedad tarda semanas en desaparecer «y si el dolor persiste puede tratarse de neuralgia posherpética, que, a pesar de que en la mayoría de los casos se resuelve bien, puede durar varios meses o incluso toda la vida y resultar muy incapacitante por su dolor intenso y limitante», concluye Esteban.

La mayoría de las personas solo tendrán un herpes zóster una vez en su vida, pero se dan casos en los que se reproduce una segunda o tercera vez y puede prevenirse.

El apunte

¿Cuáles son los posibles efectos secundarios?

Después de la vacunación del herpes zóster, las personas que la reciben pueden presentar dolor en la zona de inyección, dolores musculares, de cabeza o fatiga e incluso vómitos. Normalmente, la mayoría de estas reacciones son temporales de corta duración (de unos 2 o 3 días), y no tienen consecuencias graves pero necesitan reposo.