Ciudadanos frente a las oficinas del SOIB en Palma durante la pandemia. | M. À. Cañellas -

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El mercado laboral de Baleares continúa marcando récords de ocupación mes a mes desde la recuperación de la actividad turística en 2022. Las cifras de afiliados a la Seguridad Social encadenan 33 meses de máximos históricos, mientras que el número de parados lleva cinco meses de 2024 por debajo de las 30.000 personas y con una tasa inferior al 5 %, lo que equivale a pleno empleo. Con todo, con la economía a pleno rendimiento y las empresas quejándose de falta de personal cualificado, parece haberse llegado a un tope mínimo en las cifras de desempleo.

Según los estudios del Observatori de Treball de la CAIB, los factores de la edad y el nivel de estudios de los demandantes de empleo son claves para que estos pasen a engrosar las filas de los parados de larga duración. De hecho, de los 27.399 parados registrados en el mes de julio en las Islas -la cifra más baja después del mes de junio-, un 57,5 % (15.735) tienen más de 45 años.

Las tablas estadísticas evidencian que a partir de esa edad se abre una brecha para los demandantes de empleo que se va ensanchando en cada una de las franjas superiores. Es decir, que las posibilidades de encontrar empleo van cayendo a un ritmo mucho más mayor en estos últimos tramos de la población demandante conforme se asciende en la tabla.

Desde el Govern, la directora general de Treball i Salut Laboral, Catalina Cabrer, señala que aunque «el objetivo es que no haya personas en paro», el problema de la falta de trabajadores cualificados no es fácil de subsanar y relega a esa masa de parados a un olvido casi perpetuo. Cabrer indica que la Administración ha estado durante los últimos cuatro años trabajando en planes laborales enfocados en el escenario postpandémico, y que ahora se han reorientado las prioridades para ajustarlas a las necesidades actuales. Y la realidad la marca un tejido empresarial que demanda mano de obra con formación que no encuentra en las Islas y que tampoco puede importar de otros territorio, ya que el desorbitado precio de la vivienda en el Archipiélago ejerce de cortapisas.

La formación juega también un papel determinante en la actual bolsa de parados, aunque con matices. En torno a 20.000 personas cuentan con un nivel de estudios que abarca solo la educación primaria o bien la segunda secundaria, casi el 73 %. No obstante, es destacable la cantidad de titulados universitarios que continúan engrosando las cifras del paro en Baleares: un total de 2.400, casi el 9 % del total.

Para Pau A. Montserrat, consejero del Consell Econòmic i Social de Balears (CES) y profesor de Economía Financiera en la UIB, el problema se centra en el desajuste entre los modelos de enseñanza universitaria y los perfiles que demandan las empresas hoy día. «La gente que sale de la universidad no está bien preparada. Las universidades fallan porque mantienen sistemas instalados en el siglo XX por comodidad», asevera.

Baleares muestra en todo caso un mayor dinamismo en el mercado de trabajo en comparación al conjunto de España, con un mayor flujo de entradas y salidas del SOIB. Así, los parados de larga duración -más de un año- suponen el 38,1 % del total, por debajo de la media estatal, que es del 43,7 %. De hecho, el paro de larga duración se redujo un -15,7 % en 2023.