Turistas en el centro de Palma. | R.L.

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Balears ha ganado tres posiciones en el ranking estatal de competitividad turística que el lobby de empresas del sector, Exceltur, elabora en base al desempeño de cada región en la última legislatura autonómica, que abarcó de 2019 a 2023.

De esta manera, las islas han ascendido del séptimo puesto que ocupaba en 2018 al cuarto, superando a Andalucía (quinta) y Cataluña (sexta) y ubicándose tan solo por detrás del trío líder: Comunidad de Madrid, Canarias y País Vasco. El MoniTUR 2023 ha valorado especialmente la «notable mejora» del Archipiélago «en su esfuerzo por mantener la sostenibilidad de su modelo turístico». Asimismo, destaca que ha experimentado «un fuerte impulso» gracias a la inversión privada para la mejora de la oferta.

Balears se ha beneficiado además de la caída de la Comunidad Valenciana, que se ha despeñado de la tercera a la séptima posición. Exceltur ha penalizado la falta de una «hoja de ruta estratégica a futuro» y la «negativa valoración empresarial de las iniciativas del Gobierno saliente» (el liderado por Ximo Puig), ejemplificado en el rechazo a la implantación de la tasa turística.

La comunidad balear se ha beneficiado, por tanto, de una tónica general que Exceltur resume en dos conclusiones: la contracción en políticas autonómicas en favor de la competitividad y la sostenibilidad turísticas y la lentitud en adaptarse al cambio de paradigmas competitivos, cada vez más centrados en minimizar el impacto social y medioambiental del turismo.

El informe señala males generalizados en la evolución del sector en España, como «la baja prioridad» que mantiene entre los gobiernos autonómicos, el retroceso de las «reflexiones estratégicas» o los «nulos avances en la institucionalización de una colaboración público-privada real y efectiva».

El CEO de Meliá Hotels International y presidente de Exceltur, Gabriel Escarrer, reclamó una mayor atención política hacia los actuales retos del turismo. «Es cada vez más imprescindible disponer de hojas de ruta estratégicas para revaluar y reposicionar el turismo en España». En el informe, Escarrer vuelve a poner el foco sobre el alquiler turístico como una de las cuestiones clave en el diseño de estas estrategias de futuro y demanda un «riguroso marco normativo nacional» que ponga coto al «fenómeno desbordado de las viviendas de uso turístico».

Así, Escarrer insta a reforzar los mecanismos regionales de control sobre esta actividad a fin de «eliminar la generalizada ilegalidad que se extiende por la mayor parte de destinos, con la creciente desazón que ello genera entre los residentes y que en muy buena parte es el origen de la creciente contestación social que sufre últimamente el turismo».

En su presentación del informe ayer en Madrid, Escarrer y el vicepresidente de Exceltur, José Luis Zoreda, señalaron que el actual modelo del alquiler turístico «no es el que queremos para España» y apostaron por un modelo «más amigable con la sociedad».

Asimismo, Escarrer valoró la propuesta de implantar tasas turísticas en algunas comunidades para controlar la saturación y la proliferación de pisos turístico. En ese sentido, El presidente de Exceltur criticó que el Impuesto de Turismo Sostenible de Balears dedica su recaudación a usos que «nada tienen que ver con el sector turístico». Así, opinó que las ecotasas «restan competitividad y no disuaden al turista para volver», a pesar de que en las Islas, por ejemplo, no se ha parado de crecer en llegadas turísticas desde su implantación.