Desde enero de 2003, en el mercado español de la energía ha aparecido, aunque todavía es desconocida, una nueva figura de beneficio económico para las empresas y hogares que realizan una rehabilitación energética. Se trata de los Certificados de Eficiencia Energética (CAEs), que se otorgan a las empresas y particulares que acreditan un ahorro de energía.
Un CAE equivale a un kilovatio de ahorro energético al año y su precio medio en el mercado libre es de 100 euros. Realmente, ese beneficio económico lo pagan las comercializadoras, que están obligadas a ingresar dinero en el Fondo Nacional de Eficiencia Energética (FNEE). Desde 2023, pueden pagar al FNEE con CAEs que han comprado en el mercado libre a aquellas empresas, hogares y comunidades de propietarios que los hayan generado.
En Baleares, al igual que en el resto de España, los CAEs son desconocidos, por lo que hay empresas que empiezan a difundirlo y divulgarlo. José Cámara, de la empresa Tramiteco, explica que «pueden ser beneficiarios de los CAEs los sectores residencial, industrial, de servicios y el transporte. Por ejemplo, la rehabilitación energética en un edificio puede consistir en aislamientos térmicos exteriores, sustitución de cubiertas, incorporación de placas fotovoltaicas, cambio de calderas por aerotermias e instalación de ventanas más eficientes. En una comunidad de 15 propietarios, un proyecto de estas características puede llegar a los 600.000 euros, pero la subvención de los fondos europeos Next Generation puede cubrir el 80 % y, además, contar con CAEs, que en este caso podrían representar más de 10.000 euros. En el caso de un propietario de una vivienda de cien metros cuadrados que cambia ventanas y calderas, puede obtener, además de subvenciones y desgravaciones fiscales, CAEs que le reporten unos 400 euros. Una empresa que invierte 30.000 euros en iluminación de bajo consumo y genera un ahorro anual de 100 kilovatios hora por año puede lograr un beneficio económico de 10.000 euros y de este modo financiar el 30 % de la inversión realizada».
Cámara señala que «las ayudas Next Generation se acabarán, aunque es de suponer que seguirá habiendo subvenciones públicas a la eficiencia energética, pero los CAEs permanecerán, como continúan en Francia desde hace más de 20 años».
Así, los CAEs se obtienen después de acreditar el ahorro que se logra tras una rehabilitación para tener una empresa o un hogar más eficiente. Su gran ventaja es que son compatibles con la solicitud de subvenciones para llevar a cabo la rehabilitación.
Para tramitar todos estos procesos existen los llamados agentes rehabilitadores, empresas que, como Tramiteco, asesoran y gestionan la creación y acreditación de CAEs.
El apunte
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