Pasaban unos minutos de las 20:20 horas cuando el beach club Medusa, ubicado en el número 36 de la calle Cartago, sufrió un colapso en su estructura y provocó el derrumbe. Al parecer, algunos de los clientes estaban bailando en la zona del chill out cuando, de repente, la terraza se desplomó a sus pies y los cascotes de marés cayeron sobre la planta baja, que a su vez también cedió sobre el sótano. En cuestión de segundos, el pánico se adueñó de la zona. Los clientes que se habían podido salvar milagrosamente del desplome comenzaron a gritar pidiendo ayuda, y otros paseantes que estaban en las inmediaciones comenzaron a llamar a los teléfonos de emergencias. «En un minuto nos entraron decenas de llamadas», contó un portavoz policial.
Cuando las primeras patrullas llegaron comprobaron la magnitud de la tragedia. Los escombros se amontonaban sobre la planta baja del edificio de dos alturas. Había personas llorando y otras gritando, pidiendo ayuda: «Ha sido algo dantesco», contó un bombero. La calle Cartago fue cortada de manera provisional para que los equipos de emergencias pudieran actuar sin problemas. La Policía Local también diseñó la ruta para que los camiones de emergencias llegaran por el camino más rápido y no se toparan con coches mal aparcados que obstaculizaban el camino.
Víctimas
Los cuatro fallecidos son dos jóvenes turistas alemanas, una trabajadora un hombre de 44 años. Además, hay siete heridos críticos, algunos de los cuales se debaten entre la vida y la muerte, por lo que la cifra final de fallecidos podría aumentar en las próximas horas. También hay una veintena más de afectados, pero la mayoría de ellos no presentan lesiones de gravedad.
La calle Cartago de la Playa de Palma se convirtió en un ir y venir de sirenas y ambulancias. Los cordones policiales mantuvieron a distancia a los curiosos que querían agolparse y los policías tuvieron que calmar a algunos familiares de trabajadores y clientes del local, que acudieron desesperados para tener noticias de ellos. El alcalde de Palma, Jaime Martínez, y el teniente de alcalde, Javier Bonet, se personaron en el lugar de los hechos, muy afectados por la tragedia. El jefe de la Policía Local, Guillem Mascaró, les informó de los detalles del derrumbe. A medida que se conocían más datos de lo ocurrido y aumentaba el número de víctimas el pesimismo se extendió entre los equipos de emergencias. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llamó por teléfono a la presidenta Marga Prohens y al alcalde Jaime Martínez para trasmitirle su pésame.
Pasadas las diez de la noche se puso en marcha el ‘operativo silencio', que consistía en que todas las personas que se encontraban en la calle Cartago debían estar calladas y no realizar ningún ruido, para que los bomberos pudieran escudriñar entre los escombros si algún atrapado pedía ayuda. Los equipos de emergencias continuaban la búsqueda de personas bajo las losas de marés y estaba previsto que los trabajos se prolongaran durante toda la madrugada, cuando se ha mantenido un cordón policial de seguridad en la zona. A primera hora de la mañana está previsto que se trasladen al lugar de los hechos los técnicos municipales para revisar la estructura del edificio, por si es necesario evacuar los bloques contiguos.
El Grupo de Homicidios y la Policía Científica de la Policía Nacional se han hecho cargo de la investigación para tratar de aclarar las causas del incidente y si el local realizó algún tipo de reforma. El Ajuntament de Palma también investiga si Medusa Beach Club contaba con todos los permisos de apertura. La causa del desplome podría ser un sobrepeso en la terraza. Se ha decretado tres días de luto.
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