La campaña de atún rojo, junto con la pesca de la langosta, supone una importante actividad económica para el sector de las embarcaciones de artes menores ya que esta apreciada especie se cotiza al alza. La campaña de este año arrancará el próximo 10 de abril y finalizará el 31 de diciembre y desde la Federació Balear de Confradies de Pescadors confían poder llegar a consumir el total de la cuota autorizada por el Gobierno central. Cabe señalar que durante el año pasado se llegó al 90 % del total de toneladas permitidas, por lo que con la cuota prevista podría ser también similar.
Desde el año 2020 es la Federació Balear de Confradies de Pescadors la que coordina y gestiona el sistema de aprovechamiento total de este tipo de pesca ya que se contabiliza de forma conjunta en Balears. El objetivo, señala su presidente, Domingo Bonnín, es aglutinar esfuerzos para que los pescadores de artes menores puedan cumplir con sus objetivos. Bonnín enfatiza en que desde la federación «realizamos una gestión muy conservadora para mantener nuestros recursos pesqueros ya que somos conscientes de la importancia de estos».
En total, 115 embarcaciones del conjunto de Balears tienen permiso para poder capturar atún rojo este año, aunque solo entre el 25 y el 30 % de las barcas de artes menores inscritas en el censo realmente se dedican a ello. Cabe señalar que si una embarcación sale a la mar para capturar atún rojo, no puede pescar otras especies como la langosta, sino que deben ser con los mismos ormetjos. Con ello también se diversifica el tipo de pesca que realizan los profesionales.
«Gracias a la pesca de atún rojo contamos con más diversidad en las pesquerías de temporada, ya que esta campaña coincide con la temporada de captura de langosta y también más adelante también se combinará con la pesca de la ‘llampuga'», añade el presidente de los pescadores.
Precisamente ayer arrancó la campaña de la langosta, una pesca también muy apreciada por el alto valor económico. «Hace más de 40 años que Balears es la única comunidad que tenemos una norma que regula la pesca de la langosta más allá de lo que marca el reglamento comunitario que es la talla mínima, lo que demuestra nuestro interés por preservar el recurso», ejemplifica Bonnín.
3 comentarios
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Pronto no quedará nada en el mar gracias a nuestros excesos. Y seguimos sin aprender, contaminamos nuestra agua, nuestros alimentos, nuestro aire y exterminarnos tanto como podemos hasta el punto de poner en riesgo nuestra existencia. No le veo ninguna solución, me declaro catastrofista.
Aquí están los culpables del incremento de medusas en nuestro mar. Propongo pedirles indemnización por los daños que nos causan en la piel. Si dejaran a los atunes (entre otros) vivir…no habría plagas. La raíz de todos los problemas en la tierra están en el Hombre.
O sea q quan arrivin a les 50 aturaran ? Ja ja ja