El rapero José Miguel Arenas Beltrán, más conocido como Valtònyc, al comienzo del juicio celebrado hoy martes en la Audiencia de Sevilla en el que ha sido condenado a dos años de prisión. | Julio Muñoz

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El rapero José Miguel Arenas Beltrán, más conocido como Valtònyc, ha sido condenado a dos años de prisión por incitar durante un concierto a «matar a un guardia civil», en una sentencia de conformidad acordada entre las partes en el juicio celebrado este martes en la Audiencia de Sevilla, y previsiblemente no tendrá que ingresar en prisión. En el juicio, Valtònyc ha reconocido los hechos, ha pedido disculpas y ha aceptado la pena de dos años de prisión más el pago de las costas, aunque -a falta de ratificarlo el juez- no irá a la cárcel, según ha dicho el magistrado, que ha aclarado tiene que estudiar en profundidad todas las peticiones de las partes, después de que el propio acusado se lo preguntara antes de aceptar la condena.

«¿Me asegura que después de este juicio no iré a la cárcel?», ha inquirido el rapero, a lo que el juez ha respondido que habrá que estudiar las peticiones de todas las partes y, teniendo en cuenta su arrepentimiento, se emitirá un auto que, previsiblemente, le excluya de ir a prisión. En el alegato de defensa que le ha concedido la sala, el rapero mallorquín Valtònyc, visiblemente nervioso y preocupado, ha admitido: «es verdad que las palabras que dije son de mal gusto, desagradables», y «en ese contexto entiendo que hicieran sentir mal a alguien, que molestaran».

«Pido disculpas por lo que dije», ha enfatizado el rapero mallorquín, mientras la Fiscalía ha argumentado que «se muestra arrepentido» a la hora de negociar un acuerdo, y su abogada, Isabel Elbal, ha pedido que se suspenda la condena para que no tenga que entrar en prisión. El juez ha aclarado que, inicialmente, se dicta sentencia y se resuelve «en resolución aparte» sobre la suspensión de la pena de entrada en prisión, lo que comunicará en un auto que se emitirá en los próximos días. El magistrado ha preguntado al acusado si estaba de acuerdo y le ha recordado que la conformidad a la que se llegue no se podrá recurrir, a lo que el músico ha contestado preguntando al magistrado si debía entender que la acusación se reducía a las amenazas de muerte y no a terrorismo, lo que ha sido aseverado por la sala.

Valtònyc es condenado a dos años de cárcel con el acuerdo de no ir a prisión
Valtònyc, junto a su abogada, en la Audiencia de Sevilla.
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Finalmente, ha sido condenado por un delito de amenazas graves a colectivo, concurriendo el agravante de reincidencia y la atenuante de arrepentimiento. Inicialmente, la Fiscalía y la acusación particular pedían para él cuatro años de cárcel y una multa de 10 euros al día durante 12 meses por incitar a «matar a un guardia civil» en un concierto celebrado el 31 de marzo de 2018 en la localidad sevillana de Marinaleda. «Matad a un puto guardia civil esta noche. Iros a otro pueblo donde haya guardias civiles y matad uno, me cago en la hostia», dijo José Miguel Arenas Beltrán, más conocido como Valtònyc, durante este concierto en un discurso que quedó grabado y del que se hicieron eco varios medios tras su publicación en Twitter.

Valtònyc ya fue condenado en febrero de 2018 como autor responsable de un delito de enaltecimiento del terrorismo, humillación a las víctimas, calumnias e injurias a la Corona y amenazas, contra un determinado grupo de personas. El pasado 29 de octubre, el rapero regresó a Mallorca después de estar cinco años huido de la Justicia por la condena a tres años y medio de cárcel por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona, delito que ha prescrito.

Finalmente, el rapero mallorquín que ahora vive entre Mallorca y Bélgica, además de la pena de prisión que se le ha impuesto tendrá que asumir las costas que se generen de la celebración del juicio, cuya cantidad será definida en el auto del juez. En un comunicado, la Asociación Unificada de la Guardia Civil, que ha ejercido la acusación particular, se ha felicitado de lograr «que estos hechos hayan sido condenados penalmente» y ha confiado en que esta condena «sirva para evitar en un futuro cualquier acto delictivo contra los guardias civiles».