El PSIB se estrena como oposición ante un ejecutivo «sin hoja de ruta»

Negueruela afirma que, a estas alturas, la presidenta del Govern, Marga Prohens, «ya tendría que haber puesto velocidad de crucero» y que –en su opinión– «ha estado prácticamente desaparecida». Para el socialista, el ejemplo más claro, es que «prefirió apoyar a Feijóo ante una investidura falsa que estar en Balears ante su primera gran crisis». Se refería a las tormentas del domingo. «El Govern se ausenta en tiempo de tormenta», dijo antes de presentar varias preguntas en el Parlament sobre la gestión de las emergencias y sobre dónde estaba su director general.

Las tesis del grupo socialistas es que «eso, no dar importancia a una tormenta de la que existían suficientes avisos, es lo que pasa cuando se pacta con quienes niegan el cambio climático», en alusión a Vox. El grupo socialista, y según el análisis del Negueruela y Pons, ha llegado a la conclusión de que lo único positivo del nuevo Govern es lo que mantiene del anterior: por ejemplo la declaración de zonas de difícil cobertura que acompañan al decreto de fidelización del personal sanitario –el que suprime el catalán como requisito y al que se opone el PSIB– o la continuidad de la gratuidad en la escuela infantil.

Y a partir de ahí, las críticas. Según los dirigentes socialistas «el resto de sus propuestas, de las pocas que explican, suponen un retroceso, la vuelta al pasado y buscan demoler derechos de la ciudadanía». Negueruela hablo de «vuelta a la barra libre en política turística», dijo que «ponen en peligro los fondos europeos que iban a las camas elevables» y que «atacan nuestra lengua y organizan denuncias fake contra el anterior Govern». Para Marc Pons, la vivienda es un ejemplo claro. Afirmó que van hacia una «amnistía urbanístca» y recurren a la vía judicial y «buscan el conflicto con el Estado», en alusión al recurso a la Ley de Vivienda.