La consellera d’Hisenda, Rosario Sánchez, entrega los Presupuestos del año 2019 al president del Parlament, Vicenç Thomàs. Una foto similar se hará de nuevo en menos de dos meses, cuando se entreguen los Presupuestos del año 2022.

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Los Presupuestos del Govern del año que vienen mantendrán la misma presión fiscal sin rebajas y con los cuatro impuestos propios de la Comunitat, según confirman fuentes del Ejecutivo. Baleares se desmarca de la propuesta Ayuso y defiende que los impuestos son imprescindibles para garantizar unos servicios públicos en condiciones en unos momentos tan delicados como los que se están viviendo con la pandemia.

El Govern apuesta por el refuerzo de la sanidad pública y dice que, para ello, necesita dinero, por lo que no prevé rebajas en la presión fiscal. Baleares tiene ahora mismo en vigor cuatro impuestos específicos que se mantendrán en las cuentas del año que viene. Se trata del impuesto sobre los premios del juego del bingo, el canon de saneamiento de aguas, el impuesto sobre estancias en instalaciones turísticas y el nuevo canon sobre el vertido y la incineración de residuos, que se ha puesto en marcha por primera vez este año ya que se creó en la ley de Presupuestos de 2021.

Las pérdidas

En el año 2020 se recaudaron 39 millones de euros con la ecotasa y otros 77 millones con el canon de aguas, mientras que el impuesto sobre los premios de bingo se mantuvo a cero y no provocó ingresos. La desaparición de estos impuestos supondría la pérdida de 116 millones de euros para las arcas de la Comunitat, algo que el Govern no se puede permitir en estos momentos.

Hay que tener en cuenta que la Conselleria d'Hisenda ya parte este año con un desfase de 209 millones de euros menos que le llegarán del sistema de financiación, por lo que la pérdida de otros 116 provocaría un agujero de más de 300 millones, algo inasumible para el Ejecutivo de Francina Armengol en estos momentos de gasto extraordinario.

La Conselleria d'Hisenda ya trabaja en la redacción de las cuentas del año que viene y el primer objetivo es la elaboración del techo de gasto, que muy probablemente aprobará el Consell deGovern en una reunión que celebrará este mismo mes. El techo de gasto fija el límite máximo que se podrá gastar el año que viene el Govern y es muy probable que se mantenga a unos niveles muy parecidos a los de este año, aunque con una posible ligera bajada debido al descensos en los ingresos.

Esa caída de 200 millones en la financiación autonómica se compensará con más déficit ya que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya ha comunicado a las comunidades autónomas que podrán recaudar más de lo que ingresen, es decir, podrán tener más déficit.

El techo de gasto no financiero de 2021 es de 4.726,5 millones de euros, dato que sirve de referencia para este año. Esta cifra representa un aumento del 7,8 % en relación con el presupuesto inicial para 2020, un total de 342,7 millones de euros más. Es la cifra más alta con la que ha contado el Govern en su historia y se aprobó para hacer frente al gasto sanitario y económico derivado de la pandemia.