EIVISSA. VIVIENDA. Las viviendas ya pierden valor. Diversos inmuebles se rebajan entre un 15 y un 30 por ciento tras estallar la crisis. Pisos a la venta en el cruce de las avenidas Espanya e Ignasi Wallis. | Marcelo Sastre

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La crisis del coronavirus impactará en el precio de la vivienda y los expertos inmobiliarios auguran una moderación en los precios. Sin embargo, este descenso difícilmente será proporcional a los incrementos registrados en los últimos años. Comprar una vivienda en Balears ya es un 50 % más caro que en 2015. Así se desprende del índice del portal inmobiliario Fotocasa publicado este lunes.

Según el estudio, las Islas son la comunidad con mayor aumento del coste de la vivienda en los últimos cinco años. En junio de 2015, el precio del metro cuadrado era de 1.864 euros, mientras que en junio de este año alcanzó los 2.764 euros. Así, los ciudadanos de Balears en 2015 debían pagar por la compra de una vivienda de 80 metros cuadrados una media de 149.152 euros, frente a los 221.087 euros que se pagaban en junio de 2020.

En el conjunto del Estado, el incremento medio del precio de la vivienda en los últimos cinco años ha sido del 15 % y algunas comunidades han registrado descensos, caso de Galicia, donde adquirir una casa es un 2,6 % más barato que en 2015.

La elevada demanda, una oferta más bien contenida, y una recuperación del sector inmobiliario ligada a la construcción de casas de alto standing podrían explicar el encarecimiento de la vivienda en las Islas. Todo ello ha provocado el difícil acceso a la compra o al alquiler por parte de la clase media residente en las Islas, un problema que se verá agravado con la crisis actual.

Sin ejecuciones

Por otra parte, el Instituto Nacional de Estadística (INE) constató ayer que el estado de alarma impuesto para hacer frente a la pandemia de coronavirus, vigente del 15 de marzo al 21 de junio, provocó que en el segundo trimestre no se produjera en España ni un solo embargo de vivienda habitual. En Balears, de abril a junio se llevaron a cabo 42 desahucios de viviendas, pero ninguno de ellos afectó a residencias habituales.

En total, se contabilizaron 95 ejecuciones hipotecarias de fincas y de las 42 que afectaron a viviendas, 27 tenían como titulares a personas jurídicas y las 15 restante a personas físicas, según informó el INE.