Patricia Gómez, consellera de Salut del Govern balear, este lunes en rueda de prensa.

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«Los datos de Baleares son más que buenos y mucho mejores que las de otras comunidades». Así ha definido la consellera de Salut, Patricia Gómez, la situación epidemiológica de Baleares en relación a la COVID-19.

Pese a ello, ha justificado la decisión del Govern de hacer obligatorio el uso de la mascarilla en Baleares como medida preventiva porque hay un incremento de casos a nivel nacional e internacional. Los «datos de Baleares son más que buenos y mucho mejores que las de otras comunidades», pero se adopta esta medida por prevención. En este sentido, ha precisado que en otras regiones hay contagios similares a los del mes de marzo y ha señalado que la mascarilla es muy efectiva.

Además, ha añadido que la mascarilla ha demostrado ser «muy efectiva para frenar la propagación del virus». En relación a este asunto, ha precisado que las tasas de mortalidad en países que usan la mascarilla, como Tailandia, son 100 veces inferiores. También han destacado que Turquía la tiene como obligatoria también en las playas. «Pensamos que el uso de la mascarilla puede proteger tanto a los que nos visitan como a los residentes, a la vez que se puede permitir la actividad turística».

Además, ha señalado que en la mayoría de los casos no es posible mantener la distancia de seguridad de un metro y medio, como ocurría en la desescalada, debido a la presencia de turistas.

Gómez ha comparecido en rueda de prensa tras la publicación en el BOIB de la instrucción que modifica el decreto de la nueva normalidad.

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Por su parte, la presidenta del Govern, Francina Armengol, ha señalado que «no habría nada peor para la economía de Baleares que en plena temporada turística se registrarán nuevos contagios de COVID-19» en la comunidad.

Así se ha pronunciado, durante su visita a Menorca, la jefa del Ejecutivo autonómico sobre la obligatoriedad del uso de la mascarilla, donde ha indicado que esta medida pretende evitar «cualquier rebrote o nuevo contagio».

«Tenemos que velar por la por la salud pública de la ciudadanía como colectivo y de la salud individual de cada ciudadano de Baleares y, por eso, hemos hecho esta resolución de obligatoriedad del uso de la mascarilla para todas las personas que viven o visitan nuestra comunidad», ha manifestado.

«Si podemos salvar a una persona tan sólo por el simple hecho de llevar una mascarilla, vale la pena que todos lo hagamos», ha añadido antes de remarcar que «el virus sigue entre nosotros y continúa contagiando».

Sin embargo, la presidenta ha remarcado que se permite que los ciudadanos puedan disfrutar de espacios de ocio, siempre siguiendo las medidas de control. «Se pueden llevar a cabo ciertos actos culturales y fiestas si se sigue la normativa», ha concluido.