En rueda de prensa, Jarabo ha comenzado su intervención criticando la presencia en esta protesta del expresidente balear del PP José Ramón Bauzá, que con su política contra el catalán logró la mayor manifestación de la historia de Baleares y el despido de 1.300 docentes, por lo que «no está legitimado» para denunciar la actual gestión del Govern del Pacto.
La manifestación de este pasado domingo fue «un síntoma de buena calidad democrática» porque la gente pudo salir a la calle a expresar sus ideas, aunque la afluencia fuera «escasa», ha apostillado.
Jarabo ha destacado que tanto los partidos del Govern, PSIB y Més, como la comunidad sanitaria han sido «muy generosos» en la redacción final de este futuro decreto.
Además, Jarabo ha lamentado que PP y Cs intenten «trasladar a Baleares esta guerra de banderas tan dolorosa de Cataluña», aparte de la «guerra» de ambos partidos por demostrar quien está «más en contra de una de nuestras dos lenguas», en referencia al catalán.
También ha apostado por la llegada de profesionales sanitarios de prestigio «nacionales e internacionales» para ejercer en Baleares, a los que hay que «hacerles entender que nuestra lengua es una fuente de riqueza» y un «derecho» de los pacientes.
5 comentarios
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Pero que envidias despierta Úrsula. Increíble la cantidad de gentuza suelta!!!
Esto es un chiste no?. Hay que tener morro pero morro, ufffff
Mos Movem ¡¡SE HA QUEDAT PARALITZAT,ZASCA!!ses bailarines les regaleeeeen
Tiene razón, pero para ello tendría que aplicarse, desde ya, lo que el mismo dice. Hacen uso y abuso del catalán en Baleares, una Comunidad, que como sabe o tendría que saber, no tiene nada que ver con Cataluña. La escasa participación, ha tenido eco en toda España, portada de periódicos de tirada nacional, noticia de apertura en telediarios de todas las cadenas, editorias en prensa escrita o en emisoras de radio. Escasa?. Bueno, que se conformen. Ahí estamos y estaremos.
El payaso del circo está triste porque la gente no se ríe con sus gracias. El cliente paga y el "artista" no sabe hacer su trabajo. Pero la culpa, como siempre, es del cliente, y él un incomprendido y una víctima de la sociedad.