Turistas en la recepción de un hotel. | Daniel Espinosa

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El Govern reconoce en su contestación al recurso formulado por la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) ante el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) contra la implantación del impuesto turístico sobre estancias turísticas en y de impulso del turismo sostenible, la popular ecotasa, que no se trata de un tributo ecológico o ambiental «ya que se pretende la obtención de recursos adicionales para la financiación de políticas autonómicas».

En la contestación remitida al TSJB, el Ejecutivo reconoce que el citado impuesto no se puede considerar ambiental, incluso si su recaudación se destina a financiar un fondo para la mejora de la actividad turística y protección medioambiental.

En este punto se especifica que la decisión de obtener ingresos provenientes de las estancias en establecimientos turísticos «es competencia de la autoridad fiscal, en la que no hay discriminación alguna entre residentes y no residentes».

Afirma el Govern que el impuesto constituye una medida fiscal neutral e inocua para las libertades de circulación. Al mismo tiempo aclara en su respuesta al contencioso administrativo planteado por la FEHM, entre otros aspectos, que la ecotasa no ha supuesto una barrera económica ni para las empresas ni para los turistas.

El Ejecutivo autonómico puntualiza que el impuesto turístico no ha provocado un encarecimiento para las empresas, así como tampoco elevado los costes de producción y mucho menos afectado a la llegada de turistas a las Islas, ya que la cifra se ha incrementado desde la aplicación del impuesto el pasado 1 de julio de 2016.