Docentes, alumnos y padres inician una campaña para que no se olviden los «terribles» años de Bauzá

«Las promesas electorales que ahora volvemos a escuchar, en boca de quien no ha hecho nada de lo que prometió, están vacías y no merecen ninguna credibilidad», señalan los promotores de la campaña, que son las asociaciones de directores de centros Adesma y Adipma, la de inspectores Adide, la Assemblea de Docents, las organizaciones de estudiantes Dadae y Sepc, la agrupación de asociaciones de padres Fapa-Coapa, y la Universidad de Balears.

Según informa Fapa en un comunicado, estas entidades difundirán sus críticas empleando como emblema una mano con el dedo índice atado con una cuerda verde para pedir que nadie olvide los conflictos y el empeoramiento de la calidad de la educación en la legislatura que acaba que ha provocado el Govern del PP.

Entre otros muchos datos, ponen de manifiesto que, en contra de la promesa de Bauzá de aumentar los presupuestos educativos, los fondos públicos destinados a la enseñanza han pasado del 24,3 % del presupuesto en 2011 al 20 % de este año.

«Curiosamente, la mínima asignación de la serie corresponde al ejercicio del 2013, en un momento en que se necesitaban recursos extraordinarios a causa de la implantación obligatoria del Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL)», inciden.

Respecto al último año de la pasada legislatura, los centros de enseñanza cuentan con casi 1.100 profesores menos, y las becas y ayudas han tenido esta legislatura una dotación total de 4,94 millones de euros, frente a los 8,86 millones del anterior mandato, destacan los promotores de la campaña.

Sostienen que con estas políticas se ha excluido a los alumnos más vulnerables y censuran particularmente el incremento del abandono escolar, que ha crecido en 2,4 puntos porcentuales y ha situado a Balears, con una tasa del 32,1 %, a la cabeza de las regiones españolas, mientras que comenzó la legislatura en el octavo lugar.

Añaden también que en el último cuatrienio se ha producido un «incremento insoportable de la conflictividad en los centros educativos» y un «alarmante» deterioro de las instalaciones.