A medida que avanza la investigación del caso, que ha supuesto el cese de sus funciones para el sacerdote acusado, otros ex alumnos han contactado con él para testificar a su favor «si es necesario».
El denunciante, que en la actualidad vive en Barcelona con su familia, se casó años atrás y quiso que el padre Vallespir fuera uno de los invitados a su boda porque había sido una persona importante en su vida.
El joven se presentó en el santuario con su familia y le entregó en mano la invitación de boda a Vallespir, que accedió y poco después estuvo presente en el enlace. En los últimos días, algunos ex alumnos de Lluc se han puesto en contacto con el prior denunciado para mostrarle su solidaridad y ofrecer a su declarar a su favor.
El cura acusado de abusos sexuales y el denunciante parece ser que además mantenían algún tipo de contacto en la distancia, si bien no está claro si era una relación epistolar o telefónica. La abogada de la acusación sostiene que tiene pruebas sólidas para demostrar que Vallespir abusó del 'blauet' hace una veintena de años.
La Guardia Civil está a la espera de recibir toda esa información para abrir una investigación sobre el padre Vallespir. El acusado, por su parte, sostiene que está «desolado» por lo que está pasando y niega que abusara de su exalumno.
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