La ley, que en principio se estima que beneficiará a al menos a unas 1.500 personas, permitirá que muchas más puedan recibir el apoyo de los perros,
En este sentido, la ley dispone que los perros de asistencia puedan tener acceso a la mayor parte de los espacios, tanto públicos como privados.
Así, estos perros podrán acceder a playas, parques y jardines, establecimientos comerciales y mercantiles, centros asistenciales y sanitarios, hoteles, restaurantes y bares, centros de enseñanza, museos, centros religiosos, puertos y aeropuertos.
También establece las condiciones para el uso del transporte público y recoge las limitaciones lógicas de acceso en caso de enfermedad del perro, falta de higiene o peligro para terceras personas.
Además, obliga a los usuarios a que mantengan los controles de salud y de higiene de estos animales y que sean identificados con las acreditaciones correspondientes.
Los perros de asistencia están adiestrados por centros especializados y son oficialmente reconocidos para el acompañamiento, la conducción, la ayuda y el auxilio de las personas con discapacidad.
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