Miguel Martorell, uno de los administradores de la sociedad Martorell Asesores Tributarios que entre 2005 y 2006 contrató a la esposa del jefe del exmandatario balear Jaume Matas, ha manifestado, en su declaración como testigo en el segundo día del juicio contra el exlíder del PP, que decidieron contar con los servicios de Maite Areal porque "era la mujer del presidente y de un exministro", y además le pareció "una inversión": "estaba bien relacionada; el que no tenía relaciones era yo, hijo de un conductor y un desgraciado que me vi obligado a levantar un despacho".
A preguntas del fiscal anticorrupción Miguel Ángel Subirán, quien le ha inquirido en torno a la "valía" y las condiciones laborales de Areal, ha respondido que "los empresarios lo que buscamos son resultados" por lo que, tras manifestar que fue contratada para captar clientes, ha admitido que el horario que tenía Areal "me importaba un bledo". "No era una auxiliar administrativa, lo que me importaba era que los trajera y no que estuviera en el despacho o en el Polo Norte. No me interesaba su horario".
Se da la circunstancia de que en fase de instrucción tanto Martorell como su socio Miguel Amengual fueron imputados por el juez instructor del caso Palma Arena, al apuntar a que Areal fue aparentemente contratada entre noviembre de 2005 y diciembre de 2006 y percibió 37.092 euros a través de facturas ficticias.
Cuando el fiscal le ha preguntado a Martorell si contrató a Areal en atención a que su marido era presidente del Govern, se sentía "comprometido" y no se atrevió a "decirle que no", el testigo ha respondido que "era la mujer del presidente y mi amiga", con quien tenía "un compromiso" porque su hijo "pasaba todos los veranos en casa de Matas y Areal, le daban de comer y me veía en la obligación moral de contratarla".
"Al hijo de Matas le he llegado a dar dos 'paparras'"
Es más, ha llegado a afirmar que la confianza que tenía con ellos era como la que hay "entre hermanos" e incluso "al hijo de Matas le he llegado a dar dos 'paparras' cuando tenía 13 ó 14 años". El testigo ha manifestado que, "además, intenté aprovecharme (contratando a Areal) porque quién mejor iba a captar clientes que la mujer del presidente", ha admitido.
Por su parte, Miquel Amengual, socio del despacho que la contrató, ha manifestado que no controlaba la labor de Areal aseverando que "si no controlo a mis empleados, no voy a controlar a Areal".
En una tensa declaración, en la que se ha mostrado visiblemente nervioso hasta el punto de espetarle al fiscal "o me escucha, o hablo mal", con el presidente del tribunal del jurado pidiéndole que se tranquilizase "por el bien de su salud", el testigo que manifestado que nunca se propuso que Areal fuese contratada "porque fuese la mujer de Matas. No se me pasó nada más por la cabeza".
Tal y como ha recordado, la contratación respondió a la intención del despacho de desarrollar nuevos ámbitos, si bien ha asegurado desconocer en qué se concretó la labor de la empleada. Ya a preguntas del letrado de Matas, Miquel Arbona, el testigo ha asegurado que no habló con el expresidente de la contratación de su esposa y que, de hecho, al exmandatario no le conocía personalmente. "No he tenido el placer ni la necesidad de pedirle nada", ha remarcado.
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