Jaume Matas en una foto de archivo. - Archivo

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El ex presidente del Govern balear Jaume Matas ha asegurado que si de algo se arrepiente de su gestión como jefe del Ejecutivo autonómico es de haber "bajado la guardia" en los controles internos de la administración, "controles que existen", y que, según ha manifestado, "debería haber fortalecido". Dicho esto, ha aseverado que sus "colaboradores" hicieron las cosas "perfectamente", salvo algunos "errores muy puntuales", por lo que considera "muy injusto" que exista la creencia de un "comportamiento generalizado" (de mala praxis) durante el anterior Ejecutivo.

En una entrevista concedida a Cadena Cope, recogida por Europa Press, Matas se ha defendido, nuevamente, de todas las acusaciones que existen contra él y ha asegurado que si no fuera porque sabe que es "completamente inocente, no podría soportar este proceso". En este punto, pese a ser sospechoso de siete delitos de corrupción, ha recordado que ningún conseller de su Ejecutivo ha sido detenido hasta la fecha, mientras que "en el Govern de Antich ya ha habido dos consellers detenidos" por casos de corrupción.

Así, Matas ha criticado a los fiscales anticorrupción de Baleares por haber dado credibilidad a las denuncias "falsas y calumniosas" de un "delincuente", en referencia al productor José Luis Moreno, y se ha mostrado confiado en que el archivo de la pieza -dentro del caso Palma Arena- en la que se atribuía el cobro de un soborno por parte del productor sea la primera del resto de causas en las que la justicia pruebe su "inocencia".

En este sentido, Matas ha negado que el PP le haya dejado en la "estacada", y ha asegurado contar con "muchos amigos" dentro del partido, si bien "muchos menos que antes". En todo momento el expresidente defiende su inocencia y la labor realizada en la pasada legislatura. "Me enorgullezco de haber hecho unas infraestructuras con gente que se dejó la piel; un legado que con el tiempo que se reconocerá".

Matas también se ha mostrado convencido de que en próximas legislaturas sería bueno que el Ejecutivo autonómico de turno "recuperara" el proyecto de la Ópera, con el que, ha dicho, "pretendía reordenar los 150.000 metros cuadrados existentes en la Bahía de Palma que hoy están dedicados a descargar mercancías, lo cual es un grave error". Y, a renglón seguido, ha remachado que no fue suya la propuesta de pagar 1,2 millones de euros al arquitecto Santiago Calatrava por el anteproyecto. "Fue una decisión del Consell de Govern, porque, además, un presidente nunca propone nada", ha apostillado.

En relación a la contratación de Antonio Alemany para la elaboración de sus discursos institucionales, ha razonado que su elección fue una "opción política" y se ha desvinculado por completo de las cuestiones "administrativas" relativas a la contratación del periodista.

Matas, quien considera "maravilloso" dedicarse a la política, ha lamentado la polvareda levantada en torno al proyecto del Palma Arena y ha declarado que le "cuesta a creer que algún funcionario fuera capaz de certificar obras que no se realizaron".

Por ello, acerca del sobrecoste de más de 50 millones de euros que tuvo la construcción del velódromo, Matas ha recordado que la ley "contempla" los desvíos presupuestarios, "tal y como ahora ha sucedido en Son Espases". "En lo que a mi respecta", ha remarcado, "la decisión política fue acertada, compartida o no, pero fue una decisión para potenciar el deporte y la desestacionalización en la comunidad".

Por el caso Palma Arena Matas tuvo hizo frente a una fianza de 3 millones de euros mediante un préstamo del Banco de Valencia, que le reclama ahora los intereses y amenaza con embargarle los bienes si no paga. Preguntado sobre esta cuestión, el expresidente ha descartado la posibilidad de entrar en la cárcel porque "sería injusto y daría una imagen de mí que no es la que tengo que defender para mi familia".

"Tenía un coche, y lo he vendido, no tengo dinero fuera, excepto una cuenta en Estados Unidos prácticamente sin dinero", ha sostenido Matas, que hace unas semanas prescindió de su abogado en Madrid por "cuestiones económicas". Tras perder su empleo en Estados Unidos, donde trabajaba para la firma PricewaterhouseCoopers, el expresidente cuenta con un despacho profesional en Madrid, ligado al campo de la consultoría y asesoría, al cual "no llegan todos los clientes que quisiera".

Una situación sobrevenida por su estado procesal (en libertad bajo fianza). "Solo pido que me den la oportunidad de defenderme y que exista prudencia en cuanto a emitir determinados juicios de valor. Los fiscales han cometido errores, han instruido un caso en base a una denuncia falsa de un delincuente. Yo tengo mi verdad, y a mí no tiene que venir a defenderme nadie, puesto que lo que me salvará es la justicia", ha sentenciado el ex presidente balear.