Las personas físicas o jurídicas, con categoría de inversores minoristas, interesadas en adquirir bonos del Govern balear pueden hacerlo desde ayer y por un periodo de dos semanas, pero la emisión de deuda pública ha sido recibida con frialdad por los economistas y asesores menorquines relacionados con el sector financiero.
No parece a priori que la llamada al patriotismo de la ciudadanía -siguiendo los pasos de Catalunya, Comunidad Valenciana y País Vasco-, para que aporte liquidez a las arcas de la Comunidad Autónoma, vaya a alterar la conducta del ahorrador medio menorquín, con la existencia de otros productos en el mercado, igualmente atractivos y con menos riesgo.
Es la opinión generalizada de los expertos en el asesoramiento de empresas, relacionados asimismo con el sector de las entidades bancarias, consultados ayer por el "Menorca", recién abierto el plazo para comprar los bonos del Govern balear, a pesar de reconocer que el tipo de interés ofertado, un 4,75 por ciento, es alto y está por encima de la rentabilidad media de los depósitos tradicionales, que oscila entre un 2 y un 3 por ciento.
¿Y por qué es más alto? "Porque existe un mayor riesgo", señalaba un profesional de una empresa asesora de Ciutadella, "yo no lo recomendaría sin ver los números de la Comunidad Autónoma y tampoco los dan, porque es cierto que está el Estado detrás pero eso antes era algo inamovible, ahora ya no sabes si tendrán capacidad de reembolso, las agencias internacionales de rating (Moody's, Standard & Poor's, Fitch) han ido rebajando la calificación del Gobierno y de las comunidades autónomas".
En esa misma línea se manifestó un auditor de una asesoría de Maó, quien aseguró que "los analistas no están muy esperanzados y los grandes asesores financieros de grupos no han entrado en la deuda valenciana o la de Catalunya". Este experto señala que en el mercado financiero existen productos a un plazo más corto, de tres meses, a un tipo del 3,75 por ciento, donde el riesgo es más reducido.
Demanda
Sin embargo, la emisión de deuda pública por la Generalitat de Catalunya fue un éxito. El gobierno catalán emitió en 2010 bonos por un valor global de 1.200 millones de euros, también al 4,75 por ciento, y obtuvo una gran demanda.
Y pese a que se ha extendido la sensación de que un nacionalismo financiero ha impulsado a los catalanes a "comprar más con el corazón que con la cabeza", como señalaba un empresario menorquín, esta no es la opinión de Eulàlia, una asesora financiera de Barcelona.
"No creo que ese haya sido el pensamiento mayoritario de la gente, lo que pasa es que, si has de colocar el dinero en otra entidad, pues por qué no en la Generalitat", aseguró ayer, en su valoración de la emisión de deuda pública en Catalunya. "Yo creo que ha habido dos sentimientos, primero el tipo es atractivo, y luego detrás hay un gobierno, hay garantías de solvencia, muy mal tendrían que ir las cosas, hay cierta seguridad", afirmó, sin dejar de lado la situación política.
"La Generalitat se ve como un gobierno potente y además se veía claro que el tripartito desaparecería y que entraba una nueva tendencia con Artur Mas", añadió, "CiU es un partido con un pensamiento muy empresarial y emprendedor que daba confianza". La asesora advierte sin embargo de otra cuestión, la diferencia de tipos según los inversores sean personas física o jurídicas. "No sé si en Balears pasará, pero aquí se sabe que se ha ofrecido un tipo más alto, de un 5 por ciento, a las entidades", criticó.
Rentabilidad
"Yo creo que para el cliente está bien", afirmaba un empleado de una de las entidades colocadoras de los bonos de la Comunidad balear, "porque el precio del dinero, que viene marcado por el Euribor, está al 1,5, pero claro, siempre hay un cierto riesgo". El tipo del 4,75 por ciento es el atractivo más evidente, junto con la garantía, aunque matizada por algunos profesionales, de la maltrecha Administración pública.
Uno de los puntos en contra es que sólo hay un momento en el que se puede retirar el dinero invertido y los intereses, en el momento del vencimiento, el 15 de febrero de 2012. "Esto no es una imposición a plazo fijo normal, yo se lo recomendaría a un cliente para diversificar inversiones, porque la rentabilidad es buena, pero no para que colocara todos sus ahorros", señalaba la misma fuente, al tiempo que, en relación al Govern, planteaba sus dudas. "Esto es cubrir la deuda aumentando la deuda".
No hay liquidez
Así lo consideraron también otros asesores consultados. "Es un síntoma claro de que no hay liquidez, y denota que están desesperados por conseguir financiación", manifestaba uno de los expertos, quien considera que recurrir a la emisión de deuda es el resultado de "una caída estrepitosa de la recaudación", en especial del Impuesto sobre las Transmisiones Patrimoniales, debido a la crisis en el sector inmobiliario, y de una política de "no reducir personal ni gasto corriente".
Un asesor de empresas menos pesimista en cuanto al nivel de endeudamiento del Govern, en su búsqueda de recursos económicos, consideró ayer que "esto demuestra que les está pasando lo que a las pequeñas y medianas empresas, que tienen muchos problemas para acceder al crédito, antes la Administración pública no tenía ese problema, ahora lo tienen igual que los demás". "Yo creo que el endeudamiento de la Comunidad balear no está disparado en relación a su PIB, pero es complicado saber cómo va a evolucionar el déficit, y pese a taparlo con la emisión de deuda, el problema lo seguirás teniendo".
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