CRE. Su director, Antoni Riera, con el equipo de colaboradores del estudio

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Marga Vives Palma
El Centre de Recerca Econòmica (CRE) confirmó ayer que Menorca está "técnicamente en recesión desde el cuarto trimestre de 2008", en que registró datos de crecimiento económico negativo, pese a que la estimación para el conjunto del ejercicio oscila entre el 0,5 y el 1 por ciento de incremento del PIB, según el último informe de coyuntura de la entidad.

Las cifras corroboran el diagnóstico efectuado el miércoles por la Conselleria de Economía, Hacienda e Innovación, y dibujan, según el director del CRE, Antoni Riera, "una situación más compleja que en el resto de las islas", por la excesiva dependencia de Menorca del mercado turístico británico, en claro retroceso en todos los destinos, y el desplome de la construcción, que ha arrastrado en su caída a la industria.

Riera consideró que la clave para salvar la temporada la tendrá el turismo español, de poder adquisitivo medio y, en el caso de Menorca, con un grado aceptable de fidelización con el que no cuentan ni Mallorca ni las Pitiüses. Aún así el director del CRE constató ayer que en este momento "la crisis está haciendo estragos en la economía menorquina".

Números rojos
Para el conjunto de Balears el informe del CRE determina que en el último trimestre de 2008 se intensificó el proceso de ralentización y el ejercicio se cerró con un incremento del PIB del 0,6 por ciento; la construcción entró en recesión y la industria lo hará este primer trimestre de 2009. Durante el año pasado la economía balear creció un 1,4 por ciento.

Los servicios se convierten "en el músculo económico", pero Antoni Riera vaticina que las Islas entrarán "en números rojos este año", porque el turismo "se ha contagiado" de la situación adversa. De octubre a diciembre se registró un 6,6 por ciento menos de llegadas de turistas y las pernoctaciones hoteleras bajaron un 9,3 por ciento.

El economista destacó que continúa la destrucción de ocupación, que en enero se situó en un 5,8 por ciento, y vaticinó que todavía se producirán pérdidas de puestos de trabajo en la construcción, aunque en menor intensidad. Riera subrayó que las últimas estadísticas de empleo, que apuntan a una ligera reducción del paro, "en ningún caso indican un cambio de ciclo".

Las buena noticia es la moderación de los precios, que "aleja el fantasma de la deflación". Dice el director del CRE que la "burbuja" inmobiliaria se está corrigiendo -el precio de la vivienda ha descendido un 1,2 por ciento en el primer trimestre- y que la economía está "purgando los excesos del pasado" no sin ciertas "turbulencias".

"Tirón de orejas" a los políticos
Antoni Riera advirtió que en este momento "son necesarias inversiones estratégicas" y medidas estructurales para "ganar productividad".
Además apostó por flexibilizar el mercado laboral, aunque aseguró que para ello no es prioritario abaratar el despido.

Riera dio un "tirón de orejas" a la clase política y empresarial y a los agentes sociales, a los que sugirió que "más allá de la corrupción y de la financiación deberían empezar a hablar de otras cosas".

En este sentido, Antoni Riera recomendó "alinear esfuerzos inversores públicos y privados"; "es el momento de hacer cambios en nuestro tejido productivo, para que el día en el que vuelva a haber demanda en el mercado salgamos con ventaja", añadió el director del Centre de Recerca Econòmica de Sa Nostra y la Universitat de les Illes Balears.