No se equivocó Kennedy (o Rockefeller, que en algunos textos viene como protagonista) y esta anécdota refleja una de las máximas de las bolsas: La Ley del Sentimiento Contrario. Esta norma no escrita aconseja a los inversores que hagan lo contrario de lo que se dice. Parece un concepto radical y simplista, pero tiene fundamentos. Siguiendo con el ejemplo: si todo el mundo ya ha comprado, incluso personas con un poder adquisitivo bajo (es verdad que en España no se contempla casi que las clases medias-bajas inviertan en bolsa, pero en países anglosajones es mucho más frecuente) es porque ya no queda nadie por comprar.
¿Cuál es el paso siguiente a comprar? Pues vender, lo que provoca bajadas con más o menos fuerza.
Esta ley es mucho más efectiva con el miedo que con la euforia (protagonista de la historia de Kennedy y el limpiabotas) y existen formas de seguir ese sentimiento. La primera sería similar a la historia: todos los profesionales, y no es clasismo, tenemos nuestros «limpiabotas». Hoy son amigos, cuñados o twitteros. Pero hay más «científicos»: Índice de volatilidad (de hecho se le llama «índice del miedo»), amplitud de mercado, ratio puts/calls, flujos de dinero… son algunas formas de verlo, pero posiblemente más difíciles de entender.
Una más simple es la Encuesta de Sentimiento del Inversor Minorista que realiza cada semana la AAII (American Association of Individual Investors). La semana pasada fue la segunda consecutiva en la que menos del 20% de los encuestados eran alcistas en bolsa. Dato históricamente bajo, que muestra pánico en el mercado (resultado muy parecido al de las variables que he comentado antes). Está claro que este miedo excesivo viene de noticias que ya comentamos la semana pasada: nueva COVID, aranceles, Deep Seek, incertidumbre, y esta semana se ha sumado un riesgo de recesión en Estados Unidos.
Como se puede ver en el gráfico, la última vez que dos resultados consecutivos de la encuesta de la AAII ofrecieron este resultado (el 29 de septiembre de 2022), las bolsas subieron con mucha fuerza.
Estas subidas se repiten en casi todas estas lecturas que, aunque son pocas, dan resultados extraordinarios. Ojo, la simple caída de bolsas no provoca estos resultados: normalmente en tendencia bajista no se genera tanto miedo, de hecho ni siquiera en 2020, año de la COVID, ni en los peores momentos de la pandemia se llegó a una lectura de menos del 20% de personas optimistas.
¿Por qué es tan importante esta encuesta y da tan buenos resultados? Porque los encuestados son los limpiabotas que ya tienen miedo y venden a los grandes. ¿Significa esto que hay que comprar urgentemente? No, pero sí es importante que esta ley se integre en los análisis de inversión.