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La semana pasada se celebró la feria turística en Madrid, Fitur, poniendo de manifiesto el potencial del sector turístico. Se trata de uno de los mayores aportantes al crecimiento económico del mundo con un crecimiento casi exponencial, especialmente si se tiene en cuenta dos puntos: El aumento de la clase media, especialmente en Asia y el cambio en los hábitos de consumo. Esta creciente clase media valora menos la compra de propiedades y mucha más la vivencia de experiencias.

Evidentemente, viajar para «ver mundo» es importante, pero hay otros motivos de viaje que también están creciendo con fuerza: aventuras, deportes (tanto como practicante como para asistir al espectáculo), cultura o conciertos son alguno de las actividades que más crecen. Como pasa en tantos otros negocios lucrativos, las familias pueden verlo pasar, siendo simples usuarios y facilitadores del incremento de esa riqueza, o pueden beneficiarse de ella.

La inversión en bolsa es la forma más sencilla de hacerlo, especialmente para la mayoría de gente de clase media. Además, la posibilidad de diversificar entre varios subsectores turísticos es una gran ventaja. De hecho, a la hora de invertir en este sector hay que tener en cuenta la gran diferencia entre tipología de empresas: Una de las principales son los hoteles; pues bien dentro de ésta encontramos compañías con funcionamientos, números y evolución en bolsa muy diferentes.

Del lujo de Marriott o Hilton y sus máximos en bolsa a la mallorquina Meliá, sin olvidar empresas, que no siendo hoteleras, ofrecen ese servicio como Airbnb o Vail Resorts (combina hotel con estaciones de esquí). Otra tipología serían las aerolíneas, y de nuevo vuelve a haber muchas diferencias: por ejemplo, tenemos Delta Airlines o Ryanair por encima de precios pre-COVID, la «medio-española» IAG casi recuperándolos o Air France en mínimos históricos.

Pero no solo nos movemos en avión: cruceros (Norwegian o Royal Caribbean), rent a car (Sixt), trenes (Alstom, Canadian Pacific), caravanas (Trigano) o incluso Uber, que se habla que quiere comprar Expedia, son algunas alternativas. Por supuesto, hablando de Expedia, la tecnología está cada vez más presente: centrales de reservas como la mencionada o Booking o Amadeus. Otras ayudan a la experiencia del turista como Globant, Tripadvisor o Sabre e irán optimizando servicios con la mejora de la Inteligencia Artificial.

A estos grandes subsectores se pueden unir otros: Avolta, gestora de tiendas de aeropuertos y puertos (que también cotizan como Aena) o empresas de aventuras como Limblad Expeditions.
Visto esto, al pequeño inversor le puede costar encontrar las mejores empresas e incluirlas dentro de su cartera donde haya otra tipología. Sin duda, los fondos ayudan, además con una fiscalidad muy eficiente: hay algunos de grandes casas, de gran calidad como el Robeco Consumer Trends o el Pictet Premium Brands que tienen parte en el sector. Pero si se quiere más presencia, se puede recurrir a otros más específicos como GVC Gaesco 300 Places o True Time SICAV este último dándole mucha importancia al deporte como experiencia turística.