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Siendo una de las peores bolsas de este siglo, el Ibex lleva años recuperando terreno. De hecho en este 2024 es el mejor índice de Europa. Ya lo hemos analizado en varias oportunidades, pero hay que saber que el causante es la banca (también fue la culpable de las caídas de años anteriores junto a las inmobiliarias, sector muy representado en la primera década).

El motivo es también es repetitivo en esta sección: la subida de tipos, fácil de entender siendo los préstamos un juego de «suma cero»: lo que paga de más el cliente con la subida del Euribor, lo cobra de más el banco. La cuestión es saber qué pasará ahora. Está claro que el banco perderá márgenes de beneficios, pero si el recorte de tipos no es vertical (otras veces sí lo ha sido), la rentabilidad del sector puede ser positiva. Pero si lo es y motivada por una crisis se le juntarían dos problemas: la pérdida de márgenes y el impacto económico sobre sus clientes (impagos, menos actividad…). Puede sonar a la crisis de 2007-2012, aunque la situación es diferente: los préstamos son mucho más responsables y los balances mucho más sólidos.

Otro sector importante es el energético, que podría funcionar como defensa en momentos económicos adversos (dividendos, crecimiento sostenido) pero en los últimos años han incorporado en sus negocios las energías limpias. De momento, las renovables están a la cola del Ibex, pero la bajada de tipos de interés (están muy endeudadas) les puede venir bien. Si hablamos de sectores con peso, es raro no hablar del turismo: solo tres empresas del sector están en el Ibex (IAG, Amadeus y Aena) tras la salida de la mallorquina Meliá Hotels International. Los vientos son favorables: bajada de tipos en compañías con deuda post-COVID e incremento de consumo en experiencias (megatendencia que parece imparable) hace que se sitúen en la parte noble del Ibex, con IAG ganando más del 40%.
Aparte de la inmobiliaria y la construcción, que ahora es residual (entre Merlin y Colonial ponderan solo un 1,40%), otro sector que ha perdido mucho protagonismo ha sido el de telecomunicaciones.
Telefónica, una histórica (llegó a cotizar con cuatro empresas diferentes en Ibex), es la novena, por detrás de Cellnex, representando entre ambas un 8%.

Si bien, tradicionalmente, es otro sector defensivo con alto dividendo, hoy en día tiene un componente inmobiliario importante, principalmente en Cellnex: factura el 90,90% por alquiler de infraestructuras. Por lo tanto, se debería beneficiar de la bajada de tipos, aunque le está costando romper algunas resistencias importantes. El último sector importante lo centraliza Inditex. La empresa gallega de Amancio Ortega ha mostrado mucha resiliencia a diferentes situaciones económicas y cotiza entorno a máximos históricos.

Y este año cerrará con un nuevo sector gracias a la incorporación de Puig. No es el mejor año para la cosmética, representada en Francia por empresas de lujo que están cayendo fuertemente y que parece contagiar a Puig. Además, hay dos factores importantes cara a final de año: las OPAs en marcha sobre Grifols y Sabadell y los resultados empresariales que se conocerán estas próximas semanas y que marcarán la evolución del Ibex.