Imagen de Mónica Calzetta durante su intervención este lunes en la apertura del VIII Foro El Económico celebrado en el Palau de Congressos de Palma. | Teresa Ayuga

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«Estrategia y planificación, control, dominio del espacio, equilibrios de poder, maniobras de distracción». La Gran Maestra de ajedrez Mónica Calzetta fue la encargada de la apertura del VIII Foro El Económico con una reflexión sobre las relaciones entre el deporte de las 64 casillas y el juego geopolítico mundial. Una metáfora en la que aconsejó, preparación, estudio, flexibilidad y respeto.

De la reina al peón que puede ser coronado, Calzetta recordó que, en ajedrez, las piezas tienen una «estricta jerarquía» pero que, sin embargo, eso no cierra el problema dado que «el valor de cada una puede variar según el grado de colaboración que tengan con las demás en el tablero». Llevó el símil a una partida. «¿Cómo lo afrontamos? Lo primero es que tenemos que estar al día, bien informados y estudiar las nuevas aperturas. Luego, buscamos sorprender al rival. Comenzamos en una igualdad total de condiciones y con las mismas reglas y eso sí es una diferencia con la geopolítica», concedió. Ahora bien, Calzetta advierte que en ese arranque «la sorprendida puedo ser yo». «Debemos ser sensibles a las variaciones y poder cambiar el plan. No suele ser bueno jugar a piñón fijo».

Esa sensibilidad y la evolución en el inicio y el desarrollo de la partida sirvieron a la campeona mundial sénior el año pasado, para poner en valor también el papel de Balears y de las mujeres: «Somos un referente en deportistas y emprendedoras tenaces. Sabemos cambiar y adaptarnos».

También sacó otra lección del ajedrez, «el respeto al oponente», y planteó el valor de la negociación y el acuerdo como fórmula para la solución de conflictos. «Unas tablas no deberían ser tomadas nunca como una derrota, sino como una victoria compartida». Cooperación en lugar de «poner en jaque».

Calzetta asumió que le había tocado una apertura complicada, «me pareció interesante abordar la relación entre geopolítica y ajedrez» y lo asumió para «no quedarme encasillada». Movió pieza y dejó el tema ajedrecístico para que pudieran hacer uso el resto de ponentes.