La industria menorquina que exporta tecnología

ORÍGENES. La idea de negocio de REM Experience surgió en 2020 cuando Andreu Florit, sociólogo y autor de diferentes estudios para el sector cultural y medioambiental de Menorca, conoció a Rafael Rafí, experto en la creación de videojuegos en realidad virtual. La gamificación en el campo de la cultura o la educación, es una tendencia cada vez más presente que sirve para trasladar contenidos de una forma más amena y didáctica con lo que ambos socios vieron el potencial que podía tener la integración de toda esta tecnología para su impulso. «Nuestra primera idea fue la recreación de una casa talayótica en tres dimensiones para acercar y difundir el patrimonio histórico de manera innovadora. De este modo empezamos a explorar si sería posible recrear de forma inmersiva un poblado para permitirnos ver cómo vivían sus habitantes», explica Florit.

De este modo, presentaron un proyecto piloto al Consell Insular de Menorca que se convirtió en una idea exitosa que posteriormente decidieron presentar al Connnect’Up 2020, consiguiendo ganar en la categoría Start. «Fue un arranque espectacular que nos animó a seguir pensando en desarrollar productos o servicios para otros posibles clientes y a constituirnos como empresa», añade Florit.
A partir de entonces, el objetivo de REM Experience sería hacer realidad cualquier proyecto relacionado con la realidad virtual, la realidad aumentada y los desarrollos de 3D para mejorar la calidad de las personas, la difusión de entidades y la competitividad de las empresas.

CULTURA Y EDUCACIÓN. El primer sector al que se dirigieron fue el cultural y el educativo, porque formaban parte del ámbito en el que más experiencia tenía Andreu Florit. De este modo empezaron a nacer proyectos como Archaelogist, el primer videojuego educativo de Arqueología e Historia para jóvenes a partir de 8 años que permite conocer el trabajo de los arqueólogos y su metodología de una forma divertida e interactiva. «Nuestro objetivo era crear un videojuego interactivo que se pudiera implementar en los centros educativos para que los profesores pudieran sumar a sus clases una experiencia gamificada muy motivadora para trabajar Ciencias Sociales», explica Florit.

A partir de ahí llegaron otros muchos proyectos como el desarrollo de aplicaciones de realidad aumentada para difundir el trabajo de grandes científicos con el Parc Bit, para conocer y disfrutar el paraje de Son Bou de forma sostenible, una experiencia de realidad virtual para descubrir la creación y evolución del Pla de Santa María, una gimcana móvil para promover el patrimonio y el comercio en Ciutadella, un tour virtual en el Museo de Menorca o una APP para descubrir la primera ruta de huellas de dinosaurio con realidad aumentada en La Rioja, entre muchos otros. Para cada proyecto, el equipo de REM Experience evaluaba cuáles eran las tecnologías más adecuadas. «Mediante realidad virtual podemos recrear un mundo virtual completamente nuevo e inmersivo con el que interactuar a través de un casco o unas gafas especiales, mientras que con la realidad aumentada, se produce una combinación del mundo real con el virtual, lo que nos permite observar a través de un móvil los elementos creados para complementar la experiencia visual», detalla Rafí.

INDUSTRIA. Más allá del sector cultural, el parón provocado por la COVID-19, les abrió las puertas a proyectos de formación en línea para cualquier empresa. En este sentido, han desarrollado la formación inmersiva para inspectores de vehículos de la empresa Applus, que ha sido homologada por ENAC. «Es una formación que permite formar futuros inspectores en cualquier momento y lugar, de forma inmersiva, y sin poner límites a la práctica, lo que reduce los costes notablemente y mejora los resultados conseguidos», detalla el CEO de REM. La firma también ha desarrollado un simulador de formación interactiva e inmersiva para los alumnos del Centre de la Mar. «Mediante esta herramienta, los alumnos pueden conocer las diferentes partes del motor de una embarcación o la vela de un barco y practicar su montaje. Este sistema también permite una práctica ilimitada y reduce los elevados costes y limitaciones de espacio y tiempo de las prácticas reales», explica Andreu Florit. Así mismo, REM Experience ha desarrollado otros proyectos relevantes en el ámbito de la formación, como un training de realidad virtual para Prevención de Riesgos Laborales en trabajos de altura o un simulador inmersivo para la formación de docentes de infantil y primaria en la configuración de las aulas o incluso un simulador interactivo para que lo podólogos practiquen de forma inmersiva la cirugía de pies, entre otros proyectos.

Actualmente la empresa tiene en cartera unos veinticinco proyectos que está desarrollando y con los que ha consolidado un equipo multidisciplinar de 16 personas que trabaja mancomunadamente desde distintos puntos de la geografía española. Proyectos a través de los cuales ha ido incorporando nuevos perfiles en la empresa como el project manager, Víctor Serinyana, el ingeniero en telecomunicaciones y experto en realidad virtual, Sergio Yagüe o la especialista en marketing, Diana Galán. «Cada proyecto es distinto y necesitas perfiles diversos que se van incorporando por proyectos», explica Florit. Especialmente ahora que REM Experience ha consolidado el desarrollo de proyectos de realidad virtual y aumentada enfocados a mejorar la competitividad industrial a través del smart manufacturing, la asistencia técnica remota o los showrooms virtuales. De hecho, ya han ganado tres convocatorias públicas europeas que potencian la investigación en este ámbito, asumiendo el desarrollo de un gemelo digital para un parque solar que se controlará y monitorizará remotamente mediante su sensorización y un sistema de inteligencia artificial. El futuro de REM es prometedor.